Millones para unos cuantitos

Por Teresa Gurza

Si leyéramos la noticia en un medio extranjero, ¿Qué pensaríamos de un país que no atiende como debe las mínimas necesidades de sus niños y ancianos, pero gasta de más en elecciones, políticos, y guerra contra el narcotráfico?

Seguramente nos escandalizaríamos.

Pero eso es precisamente, lo que ocurre en México a ciencia y paciencia de todos nosotros.

Por supuesto que las torturas por parte del Estado, violan los derechos humanos; pero también los viola, la falta de preocupación por el bienestar de la mayoría.

Es una vergüenza que a cada rato y en cada visita que hace al extranjero, como sucedió hace pocos días en Dinamarca y Estados Unidos, se le reclame a Peña Nieto la tortura contra compatriotas y la violencia sexual contra las mujeres, que generalmente queda impune; como en el caso de la violación contra una niña cometida por los Porkys.

Y penosísimo también, que los reportes de organismos mundiales indiquen lo mal que estamos y lo poco que cumplimos los tratados firmados por México en beneficio de la niñez.

Por ejemplo en el informe anual 2015 que recién presentó Isabel Crowley directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), se afirmó que aún enfrentamos “focos rojos” en el cumplimiento de los derechos de la infancia.

Y destacó que el 50 por ciento de los niños mexicanos, 25 millones de niños y adolescentes, viven en la pobreza; y más de cinco millones en la miseria extrema, lo que indica que carecen de alimentación, vivienda, escuela y servicios de salud; y que un millón y medio sufre desnutrición crónica.

Situación que dijo, se verá agravada por los recortes presupuestales a diversos programas; y llamó al gobierno mexicano, a no disminuir los recursos en ese rubro.

La funcionaria señaló así mismo, que 36 de cada mil niños de entre 10 y 17 años sufrieron algún tipo de agresión en las calles y seis de cada 10 adolescentes, “han estado expuestos a algún tipo de violencia en los espacios públicos”

Veamos si no es de locos la situación en que vivimos, al comparar todos estos datos de un organismo internacional con la objeción que hizo el INE, a un posible “ajuste” a su financiamiento.

Ante la sola posibilidad que eso pudiera ocurrir, el consejero Ciro Murayama dijo que pensar en disminuir el dinero público que se da a los partidos y hacer depender la cantidad que cada uno de ellos reciba de los votos que haya obtenido, “podría tener un efecto «boomerang» y favorecer el discurso antipolítica, ya que el mensaje sería: «si tú vas a votar, le das dinero a los políticos».

Triste y mal, que el consejero Murayama no se haya dado aún cuenta que el hartazgo contra los políticos viene precisamente de los privilegios económicos, los derroches, los escandalosos salarios, los abusos que se cometen con dinero que debe quedar totalmente claro, no es ni del INE ni de los políticos sino dinero de todos, que debiera ser mucho mejor empleado.

Sus palabras indican con claridad que ni el INE y su carísimo personal, ni los partidos y legisladores, van a estar de acuerdo en disminuir una milésima parte de los recursos que detentan y de los que no muchas veces no dan cuentas claras.

De ahí la urgencia de que nos unamos en la exigencia de darles menos, para poder destinar más, a los que verdaderamente lo necesitan.

Y se podría empezar por las “partidas discrecionales” que además de las tajadas “fijas” se autorizan en su exclusivo beneficio los legisladores cada tanto.

Eso, aparte de dietas, gastos, ayudas, seguros, primas vacacionales, aguinaldos, vehículos, viajes, viáticos, pasajes y muchos demases más que se regalan, como los mil 150 millones de pesos de los que se apropiaron el año pasado para “solventar gastos administrativos, de logística y de personal”.

Es verdaderamente una inconsciencia que estando como estamos, a las bancadas de la 62 Legislatura que terminó en agosto pasado, se les dieran tres mil 560 millones de pesos en tres años.

Y más que en los últimos 15 años, entre 2000 y 2015, hayamos destinado 186 mil millones de pesos a organismos electorales; y este año que habrá elecciones en 12 estados, se erogará 27 mil millones de pesos; muchos millones y más urgentes para otras cosas.

Si no queremos que las cosas exploten, debemos exigir terminen esos millonarios despilfarros que pervierten la democracia y sólo engrosan las chequeras de unos cuantitos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos Relacionados