Foto: cortesía Democracy Now!
Eso ocurre mientras Trump Jr. convoca al “ejército para la seguridad electoral”.
En el estado de Texas, un tribunal federal de apelaciones dictaminó que los funcionarios electorales pueden anular las papeletas electorales enviadas por correo si determinan que no se puede verificar una firma de la papeleta. Según el fallo del tribunal, los funcionarios no tienen que informar a los votantes que sus papeletas fueron rechazadas hasta después de las elecciones.
En el estado de Minesota, el Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses ha demandado a la empresa de seguridad privada Atlas Aegis por reclutar a exsoldados de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos para desplegarlos en los centros de votación, calificando la medida como intimidación ilegal de votantes y como una violación a la Ley del Derecho al Voto.
La Secretaría de Estado de Michigan ordenó la prohibición de la portación de armas de fuego de manera visible dentro de los 30 metros de distancia de los centros de votación.
En el estado de Florida, el Departamento de Policía de la ciudad de Miami anunció que sancionará al oficial Daniel Ubeda después de que lo fotografiaran en uniforme usando una mascarilla a favor de Trump y portando un arma de fuego enfundada afuera de un centro de votación.
Todo esto ocurre después de que Donald Trump Jr. hiciera un llamado para que voluntarios se desplieguen en los distritos electorales demócratas como parte “del ejército de vigilantes electorales de Trump”.
