Orquesta juvenil Don Bosco, una agradable sorpresa

Alrededor de 2.000 personas aplaudieron a los jóvenes artistas. Foto: Ramón Jiménez.
Alrededor de 2.000 personas aplaudieron a los jóvenes artistas. Foto: Ramón Jiménez.

Por Ramón Jiménez
Solo palabras de elogio es lo que lo se escuchaba entre los cientos de personas que asistieron al concierto ofrecido este lunes por la orquesta sinfónica y coro del Polígono Don Bosco de El Salvador, nada menos que en el exclusivo Kennedy Center en Washington, D.C.
La sala teatral Millenium Stage, que tiene una capacidad para 2.200 personas, estuvo casi llena en su totalidad, en su mayoría por salvadoreños residentes en la capital estadounidense y condados vecinos de Maryland y Virginia, pero también de otros países latinoamericanos, estadounidenses.
Todos expresaron su orgullo después de presenciar “el secreto mejor guardado”, que el grupo musical juvenil significó para quienes nunca lo habían escuchado.
“Orgullosos, de hijos suyos podernos llamar. Contuve las lágrimas de emoción al escuchar nuestro himno nacional ejecutado con maestría por la Orquesta y Coro Juvenil Don Bosco en el Kennedy Center, uno de los escenarios más prestigiosos del mundo, en donde se presenta lo mejor del arte de los Estados Unidos”, comentó el periodista Julio Marenco en su página de Facebook.
“Una muestra del valor del arte aún en las situaciones más desventajosas. Estos muchachos provienen de zonas dominadas por las maras [pandillas] y están acá, compartiendo uno de los escenarios más codiciados del mundo. Su interpretación de Carmina Burana, una pieza sumamente compleja, les valió una ovación de pie del público”, agregó.
También disfrutaron el concierto personas de otras nacionalidades que están casadas con salvadoreños como es el caso de la peruana Mary Yataco, esposa de el embajador de El Salvador en Perú y Bolivia, Grego Pineda.
Yataco, quien se encuentra de visita a Washington, D.C., se mostró sorprendida por la gran calidad musical de los niños y jóvenes, y manifestó que le gustaría se presentaran en Perú, particularmente en Lima, que posee uno de los mejores teatros de América del Sur.
También estuvieron las estadounidneses Robin Liten-Tejada esposa de Walter Tejada, miembro de la Junta de Gobierno del condado de Arlington, Virginia, Walter así como la intérprete y traductora Shelley Blumberg-Lorenzana, cuyo esposo el ingeniero Rolando Lorenzana, trabaja para una compañía de telecomunicaciones en Tyson’s Corner, Virginia.
«Que noche tan mágica en el Kennedy Center con estos jóvenes, muchos de los que nunca habían volado en un avión. Tocaron un maravilloso concierto de música clásica, tradicional y contemporánea; que movida y divertida; la música en realidad tiene el poder de transformar las vidas», remarcó Liten-Tejada.
«Fue una noche sensacional al escuchar la música de estos jóvenes que nos hicieron sentir muy orgullosos», dijo por su parte Blumberg-Lorenzana.
De igual manera disfrutaron del concierto las nicaragüenses Gloria Granillo, exgerente de la aerolínea TACA en la capital estadounidense así como la periodista María Peña, ambas casadas con salvadoreños, y quienes expresaron su admiración por los juveniles artistas, tanto en persona como por medio de las redes sociales.
“Algunas personas lloraron esta noche en el Kennedy Center por este gran grupo de jóvenes músicos que vienen de vecindarios pobres e infectados por la violencia de las pandillas y presentaron un repertorio de música clásica, folklore salvadoreño, y también el Mambo de [Dámaso] Pérez Prado, con el que se ganaron una ovación de pie en dos ocasiones”, señaló Peña.
Para el canciller Hugo Martínez, quien estuvo presente en el concierto este lunes, los integrante de Don Bosco son “Embajadores de paz y esperanza”.
«También podemos mostrarle a la diversidad de salvadoreños que se concentran en Washington, la otra cara de El Salvador, la otra cara de los niños y niñas que no son migrantes de manera irregular”, expresó Martínez a través de un comunicado.
Por su parte el padre Pepe Moratalla, coordinador del programa enfatizó que busca la superación de los niños y jóvenes que integran el grupo a través del arte.
«El arte es el camino de la trascendencia, es el camino de la superación, es lo que refleja mejor que nada ese hambre de plenitud de vida que el ser humano lleva en el centro de su corazón. Y cuando nos atrevemos a confiar, a apostar por niños-adolescentes jóvenes de comunidades de alto riesgo y ponemos en sus manos un instrumento, la magia fluye por todas las venas de su ser», destacó el padre Pepe antes de iniciar el repertorio musical en el Kennedy Center.
«Y de pronto se hace humano, y haciéndose humano se hace solidario, y de pronto el yo se convierte en un nosotros extraordinario. Esto solo es posible al trabajo de un gran equipo», explicó
Confirmó Moratalla que el ministro de Educación salvadoreño, Carlos Canjura, también los va acompañar para que el grupo se solidifique más.
«Porque queremos ser un medio, el arte de educación y de compromiso por el desarrollo. El nuevo nombre de la paz es el desarrollo, por eso apostamos para ello; ya no una educación individualista sino el compromiso para levantar nuestra región del Triángulo Norte Centroamericano con la alegría de estar bien y de compartir su felicidad en familia», puntualizó.
 
Foto: Ramón Jiménez.
Foto: Ramón Jiménez.

Foto: Ramón Jimenez.
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