A palabras necias oídos sordos

Luisa Fernanda Montero

Especial para La Red Hispana

El2012 hallegado a su fin. Se ha ido llevándose consigo todas las falsas promesas de cataclismos que llenaron las pantallas y las expectativas de muchos incautos.

Pero lo único que se acabo fue un ciclo más de tiempo, un periodo de 365 días. El sol sigue brillando y la tierra continua girando alrededor de él, como ha ocurrido y seguirá ocurriendo  por siglos y siglos.

Lo bueno es que seguimos aquí y lo malo, que debemos seguir lidiando con los falsos profetas que, de acuerdo a sus intereses, se ocupan en vendernos esto o aquello o de llevarnos por un camino o el otro convenciéndonos con sus mentiras.

¡Abra los ojos!

Estoy segura de que son muchas las maravillas que lo rodean. ¿Cuánto hace que no se detiene a observar detalladamente las cosas buenas que tiene a su alcance?

¿Cuánto hace que no levanta la cara para mirar a lo alto y ver los rascacielos y los techos?

¿Se ha dado cuenta de que el cielo posee azules infinitos?

Muy seguramente son infinitas también las posibilidades y recursos que usted tiene a la mano.

¿Es conciente de ello?

Si es cierto que a veces vemos negro el panorama, también es cierto que es probable que nos dejemos llevar por habladurías o que nos contagiemos del pesimismo ajeno. Al final del camino, muy seguramente nos daremos cuenta de que nada era tan negro. Para ello, tenemos que abrir los ojos, abrirlos a conciencia y mantenerlos bien abiertos.

“Si no habla inglés no puede conseguir trabajo”, “no hay trabajo, la situación está muy mala”, “hacerse residente es casi imposible”, “no se puede estudiar”, estas son solo algunas de las frases lastimosamente comunes que solemos escuchar y que buscan desalentarnos o lograr que desistamos, que no sigamos adelante o que nos rindamos, incluso antes de comenzar.

¡A palabras necias oídos sordos! No voy a decir que el mundo es un lecho de rosas. Las cosas importantes cuestan. Alcanzar nuestras metas requiere esfuerzo, disciplina y constancia. Pero si voy a decir que no es imposible. Podemos llegar a donde nos propongamos llegar si creemos en nuestros sueños y no nos dejamos llevar por los profetas del fin del mundo que quieren convencernos de lo contrario.

Escoja los mensajes que deja entrar a su sistema. Escoja a las personas a las que escucha. No se deje llevar por el pesimismo de los demás. No permita que su optimismo y sus ganas de vivir se vean opacadas por aquellos que no creen que vale la pena intentarlo.

En el comienzo de este nuevo periodo de tiempo, que es también una nueva etapa en su vida, decídase a ser feliz. Decídase a alcanzar sus sueños. Olvídese de los falsos profetas y crea, crea en usted mismo, en sus capacidades y en que siempre es posible que las cosas salgan bien. Feliz año nuevo.

 

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