Los morochucos son aguerridos jinetes. Foto cortesía.
Hace más de 200 años fue decretado por el Libertador San Martín
Por Roberto J.Bustamante (*)
Este año se conmemora el Bicentenario de la Batalla de Ayacucho en suelo peruano y 210 años de la primera jura de la independencia de Santa Rosa de Cangallo; sin embargo, hasta hoy sus gobernantes no han cumplido con un justo reconocimiento a esta heroica provincia por su contribución patriótica en las guerras por la independencia.
Los habitantes de Cangallo, levantan nuevamente sus voces para exigir la atención a sus necesidades urgentes en materia de infraestructura, programas de desarrollo social, agricultura, alimentación y salubridad para la niñez, entre otros.
Es importante resaltar la contribución en el bando patriota de los “morochucos”, sobrenombre de célebres guerrilleros de la antigua provincia de Cangallo y sus pueblos aledaños, que lucharon por la independencia del Perú entre 1814 y 1828, y padecieron fuertes represalias de las tropas realistas.
Su líder indiscutible fue el legendario guerrillero morochuco Basilio Auqui Huaytalla, quien se convirtió en la peor pesadilla de los generales españoles José Carratalá y Mariano Ricafort. Auqui, tenía 75 años de edad cuando se puso al servicio de la libertad.
Cangallo y reconocimiento de Argentina
En el marco latinoamericano en 1895, Argentina rindió un homenaje al Perú en particular al pueblo de Cangallo. El presidente argentino Bernardino Rivadavia, dispuso nombrar una avenida en Buenos Aires con el nombre de Cangallo. Asimismo, la logia masónica de Buenos Aires bautizó su sede social con el nombre de Palacio Cangallo. Una ordenanza del año 1984 le cambió el nombre a la calle Cangallo por el de Juan Domingo Perón. En 1989 se le devolvió la última de sus 46 cuadras a Cangallo y quedó en 45. Se trata del pequeño sector comprendido entre la calle Río de Janeiro y su desembocadura en el Parque Centenario.
“Son muchos los juicios que han honrado a los cangallinos que como los morochucos —más por altivez—, nunca tomaron las armas para obligar a nadie que les den obras de infraestructura”, sostuvo el educador peruano Max Aguirre Cárdenas, autor de varias publicaciones vinculadas a los personajes indígenas en las luchas por la independencia peruana. Su próximo libro estará dedicado a los héroes huamanguinos de la revolución independentista peruana.
El historiador peruano Germán Leguía y Martínez, escribió en su monumental Historia del Protectorado: «… los hechos de los cangallinos corroboran su abnegación y su heroísmo, y despiertan en el espíritu una admiración y una gratitud que, en todos los años transcurridos, los gobiernos y congresos de la República no han sabido o no han querido exteriorizar en grado congruente con el mérito contraído y con sus altas proyecciones y enseñanzas».
Incendios y masacres en Cangallo
Cangallo sufrió la peor destrucción en su historia al haber sido incendiada dos veces por el ejército español, en represalia contra los combatientes morochucos cangallinos que se unieron a las fuerzas independentistas.
La primera se produjo el 2 de diciembre de 1820 por el jefe español Ricafort, causando miles de muertes. Posteriormente, el 17 diciembre de 1821 Cangallo se convirtió en ruinas y cenizas causando la muerte de niños, mujeres y ancianos por orden del general Carratalá. No contento, ese mismo día, el sanguinario Carratalá decretó que “sea borrado para siempre del catálogo de los pueblos el criminalísimo Cangallo”, (Gaceta del Gobierno Legítimo del Perú, 22 de enero de 1822).
En esa época, Cangallo funcionó como la capital del corregimiento de Vilcashuamán y los indígenas constituían el 90 por ciento de la población de los pueblos existentes en toda la comarca, según los historiadores.
Los cangallinos morochucos son recordados en la memoria colectiva por la tremenda victoria obtenida en la batalla de Secchapampa, el 28 de noviembre de 1821. En represalia por el triunfo patriota, se ordenó que el pueblo de Cangallo fuera incendiado.
Cangallo declaró su independencia de las autoridades españolas el 7 de octubre de 1814 por la acción patriótica de jóvenes cangallinos y la aguerrida población de morochucos.
Las virtudes de los indómitos guerreros morochucos, de la Provincia de Santa Rosa de Cangallo, es otro tema importante que Aguirre Cárdenas dedicó con intensidad en su libro “La Revolución de los Morochucos y la Batalla de Ayacucho. Errores y Silencios” (2017). Existen aportes a la historia regional en las cuales el investigador asevera que los morochucos organizaron una auténtica revolución independentista en la región de la antigua Huamanga.
San Martín y el Monumento conmemorativo
Desde los tiempos del Libertador y protector del Perú general José de San Martin se dictaron decretos para reedificar y proteger la región de Cangallo, sin embargo, nunca se cumplieron.
Una tarea pendiente de ejecución a todas luces incumplida hace más de 200 años es la colocación en la provincia de Cangallo del Monumento Conmemorativo, en homenaje a este pueblo valeroso por su ejemplar patriotismo en las gestas por la independencia peruana.
En reconocimiento a la valentía de la población de Cangallo, el 27 de marzo de 1822, el Libertador San Martín ordenó mediante un decreto reedificar Cangallo y la llamó Heroica Villa. Dicho decreto señalaba en su primera parte: «Luego que las circunstancias lo permitan se reedificará el pueblo de Cangallo con el título de «Heroica Villa de Cangallo», levantándose un monumento en la plaza mayor que se forme, según el modelo que se dará; en el que se inscribirán los nombres de los mártires de la Patria».
Más tarde, mediante un decreto firmado por el Libertador, Simón Bolívar, Cangallo fue considerado como provincia el 21 de junio de 1825. Por ley del 28 de mayo de 1828, se le dio el título de Heroica Provincia de Santa Rosa de Cangallo.
Heroicidad y sacrificio
Aguirre Cárdenas, destacó la necesidad de honrar y revalorar la memoria de hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas en las luchas por la independencia y muy bien pueden ser honrados durante las celebraciones del Bicentenario de la Batalla de Ayacucho. Ellos son: Huamanguinos: José Mariano Alvarado, los Auqui, los hermanos Munárriz: Valentín Mariano, Antonio y José María; Juan de Alarcón; Juan Boza.Andahuaylinos: Angel Pacheco. Cangallinos: María Parado de Bellido; los morochucos; los hermanos Velasco; los Landeo; Eulalia López, Pedro Tomayro, Antonio Wallwa Qalamaqui. Tambien: Cayetano Quirós y su esposa María de Quirós. Las rabonas en general, y decenas más.
Cangallo empobrecido.
Actualmente, la provincia de Cangallo, con cerca de 35 mil habitantes cuenta con 6 distritos de amplia población indígena y atraviesa por serios problemas económicos y sociales. En los años ochenta, soportó la violencia armada interna, lo que ocasionó el éxodo masivo de la población.
“Cangallo ocupa ahora los últimos lugares en el desarrollo económico, educativo, cultural, es decir, es uno de los más pobres del Perú; no tiene siquiera una buena carretera, agua potable, ni un digno hospital, el que construían lo han dejado como elefante blanco sin concluir”, subrayó Aguirre Cárdenas.
La desnutrición infantil en las comunidades campesinas es un serio peligro y produce efectos dañinos en las vidas en el crecimiento y desarrollo de la niñez y juventud. “La niñez en Cangallo presenta serios problemas nutricionales y requiere urgente atención de las autoridades”, indicó.
(*) Roberto J. Bustamante, periodista y científico social
