Foto: cortesía
Por Ramón Jiménez
Francisco Castro, uno de los fundadores hace más de 25 años de la Comunidad Unida de Chinameca, en el condado de Fairfax, Virginia fue nombrado recientemente como Hijo Meritísimo de la ciudad que lo vio nacer.
El reconocimiento a Castro fue entregado durante la celebración de los 150 años de fundación de la ciudad de Chinameca, ubicada en el oriental departamento de San Miguel.
“El Concejo Municipal plural de la ciudad de Chinameca departamento de San Miguel se honran en otorgar el título de Hijo Meritísimo a Francisco Castro, por su valiosa labor altruista y humanitaria, brindando su tiempo y esfuerzo en beneficio de las diferentes comunidades de nuestro municipio, que lo enaltecen como un gran ser humano. La solidaridad es el compromiso por el bien común porque todos somos responsables de todos”, reza el diploma entregado el 16 de marzo, el cual fue leído por el alcalde electo Elías Villatoro.
Castro agradeció el gesto de las autoridades de la ciudad, donde también estuvo presente el vicepresidente de la república Félix Ulloa, quien es originario de esa ciudad y también fue reconocido.
“Con una gran humildad recibo este reconocimiento en nombre de mi esposa Sonia, de toda mi familia, de todos los miembros que conforman la Comunidad Unida de Chinameca de Virginia, pero un saludo muy cariñoso y especial a todos los que no son de Chinameca y forman parte de la Comunidad Unida de Chinameca de Virginia, porque tenemos miembros de Madrid (España), República Dominicana, México, Guatemala y de muchos otros países”, destacó Castro.
“Ellos se han unido a nuestra labor y están trabajando por mejorar la calidad de vida de nuestra querida ciudad, a todos ellos mil gracias, también a nuestros patrocinadores por el respaldo día a día que dan a nuestra comunidad”, agregó.
Algunas instituciones que durante muchos años reciben ayuda valiosa por parte del grupo comunitario al que pertenece Castro, como el Hogar Padre Vito Guarato, mostraron su complacencia por el premio que recibió.
“Felicitamos a nuestro amigo y donante de nuestra institución, el señor Francisco Castro, por el reconocimiento a sus aportes a toda la comunidad, al ser nombrado como Hijo Meritísimo de la ciudad de Chinameca”, señalaron voceros del Hogar Padre Vito Guarato, que funciona sobre la carretera a los Planes de Renderos en San Salvador.
“Tan merecido premio es el reconocimiento al esfuerzo y aporte que día con día hace a nuestra sociedad y sobre todo a obras de amor como la nuestra. ¡Enhorabuena!”, agregaron los dirigentes de esa institución.
En el Hogar Padre Vito Guarato viven unos 120 niños, jóvenes y adultos con alguna discapacidad física o mental o que fueron abandonados por sus familiares, a los que la Comunidad Unida de Chinameca aporta unos $40,000 anuales desde algunos años después de que esa entidad caritativa fue fundada en 1987.
En la actualidad, el grupo comunitario con sede en Virginia, también sostiene un programa iniciado en 2018 por Irma Castro de Medrano, hermana de Francisco, que beneficia a personas con alguna discapacidad así como a ancianos que residen en los alrededores del municipio de Chinameca y carecen de recursos económicos a quienes entregan paquetes todos los meses.
Aunque al principio el programa empezó con 8 beneficiarios, después de seis años el número ha crecido más de diez veces, ya que la última vez entregaron paquetes a 83 personas, lo que al año suma más de 25 mil dólares.
Para que el programa funcione adecuadamente cuentan con unos 20 voluntarios, que residen en Chinameca y son los que se encargan de hacer las distribuciones de los paquetes con víveres y otros artículos de primera necesidad.
En sus primeros años de vida activa la Comunidad Unida de Chinameca de Virginia ayudó a las víctimas de desastres naturales en su país —como el huracán Mitch—, que a finales de 1998 causó muerte y destrucción no solamente en el territorio salvadoreño sino a nivel de Centro América.
Tres años después se unieron a las brigadas de socorro —nacionales e internacionales—, durante los dos terremotos que afectaron a la mayoría de los 262 municipios del territorio salvadoreño, el primero el 13 de enero de 2001 y el segundo el 13 de febrero del mismo año (exactamente un mes después).
Entre los dos sismos causaron alrededor de mil trescientos muertos, más de 1,600 millones de dólares en pérdidas materiales y miles de damnificados.
Castro, su esposa Sonia y todos los miembros de la Comunidad Unida de Chinameca de Virginia y en El Salvador —incluyendo a nacionales de otros países hispanos y España—, con la ayuda de auspiciadores y donantes siguen adelante tendiendo la mano a quien más lo necesite.
