Recuerdan ofensiva militar que condujo a la firma de Acuerdos de Paz

El excombatiente Juan Pablo Orellana perdió su mano izquierda y 4 hermanos durante la ofensiva. Foto: Ramón Jiménez.
El excombatiente Juan Pablo Orellana perdió su mano izquierda y 4 hermanos durante la ofensiva. Foto: Ramón Jiménez.

Por Ramón Jiménez

La Ofensiva Final Hasta el Tope iniciada el 11 de noviembre de 1989 durante la Guerra Civil en El Salvador, fue una incursión militar de tal magnitud que obligó al gobierno de esa época a sentarse en la mesa del diálogo, hasta lograr los Acuerdos de Paz firmados en enero de 1992 en el Castillo de Chapultepec, México ante la presencia de representantes de las Naciones Unidas (ONU) y de países amigos como Francia, México, España entre otros.

Así lo dieron a conocer excombatientes que participaron en la incursión militar en todo el territorio salvadoreño, quienes ofrecieron sus testimonios durante un evento celebrado este sábado en el Salón Bolivariano de la Embajada de Venezuela en Washington, D.C.

«Yo perdí mi mano izquierda y a cuatro hermanos durante el conflicto armado, pero esa sangre derramada ha servido para fortalecer la lucha que nos ha llevado a obtener muchos logros», dijo Juan Pablo Orellana.

También las mujeres tuvieron su participación activa en la ofensiva como es el caso de Emilia (Claudia) Méndez, quien se enrroló en las filas guerrilleras desde que era una niña.

«Al conflicto armado [de doce años] le regalé mi niñez, mi juventud y todavía sigo en la lucha; ya no con las armas sino en lo que podamos hacer para que la lucha por el bienestar de todos los salvadoreños», destacó Méndez, quien ahora reside en el norte de Virginia.

Durante la ceremonia dirigentes del FMLN hicieron entrega de reconocimientos especiales a personas destacadas en la comunidad. Uno de estos fue al fallecido sindicalista Gilberto Soto, quien recibió el Premio «Héroe de El Salvador» y fue entregado a sus hijos.

Hace doce años Soto fue asesinado a tiros en la ciudad de Usulután, donde se encontraba de visita haciendo algunas diligencias relacionadas con su trabajo, particularmente con los camioneros, que era el sindicato que él representaba en Estados Unidos y donde se le necesitara.

De igual forma fue reconocido el activista Agustín Arévalo, quien recibió el Premio Militante Destacado.

Decenas de personas asistieron al homenaje en el Salón Bolivariano. Foto: Ramón Jiménez.
Decenas de personas asistieron al homenaje en el Salón Bolivariano. Foto: Ramón Jiménez.
Edson y Mariana, hijos del sindicalista Gilberto Soto se disponen a recibir un reconocimiento en memoria de su padre. Foto: Ramón Jiménez.
Edson y Mariana, hijos del sindicalista Gilberto Soto se disponen a recibir un reconocimiento en memoria de su padre. Foto: Ramón Jiménez.
Emilia Méndez ya no lucha con las armas sino con las ideas de progreso para ella y su país. Foto: Ramón Jiménez.
Emilia Méndez ya no lucha con las armas sino con las ideas de progreso para ella y su país. Foto: Ramón Jiménez.
Bailan "El sombrero azul".  Foto: Ramón Jiménez.
Bailan «El sombrero azul». Foto: Ramón Jiménez.
Fredy Castro tenía solo 13 años y participó en la ofensiva final. Foto: Ramón Jiménez.
Fredy Castro tenía solo 13 años y participó en la ofensiva final. Foto: Ramón Jiménez.
Ricardo Salguero dirigió una unidad de combate desde Morazán hasta San Miguel. Foto: Ramón Jiménez.
Ricardo Salguero dirigió una unidad de combate desde Morazán hasta San Miguel. Foto: Ramón Jiménez.
Nancy García y Francisco Pereira fueron los maestros de ceremonia. Foto: Ramón Jiménez.
Nancy García y Francisco Pereira fueron los maestros de ceremonia. Foto: Ramón Jiménez.

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