Sale por ocultar dinero

                                          Teresa Gurza.
La política chilena se cimbró en grande esta semana, al conocerse que el precandidato presidencial mejor posicionado de la derecha, Laurence Golborne, ocultó en su declaración patrimonial que tiene dinero en Islas Vírgenes.
El no haber informado de esos recursos, haberlos depositado fuera de Chile y en un país en donde no hay fiscalización, fue demasiado para poder sostener su candidatura; y tuvo que renunciar.
Golborne, conocido dentro y fuera de Chile por su eficaz participación en octubre del 2010 en el rescate de los 33 mineros atrapados la mina San José de Antofagasta, enfrentó también una resolución judicial contra el principal supermercado, al que la justicia obliga a devolver a miles de clientes 70 millones de dólares, obtenidos por haberles cobrado alrededor de un dólar a cada uno sin previo aviso, cuando él era el gerente.
Su partido, la Unión Democrática Independiente, UDI, reaccionó rápido; y en pocos minutos hizo precandidato al Ministro de Economía, Pablo Longueria; quien además de que siempre ha querido ser Presidente, es una de las figuras emblemáticas y más influyentes de la derecha.
Longueira fue uno de los hombres más cercanos al dictador Augusto Pinochet en sus últimos años; y su postulación mejora el panorama electoral de la derecha para las elecciones del próximo 17 de noviembre para un periodo presidencial de cuatro años, en las que era poco probable que le ganara a Michelle Bachelet, precandidata de la Concertación de centroizquierda.
Seguramente previendo la ola de críticas que su afinidad a Pinochet le ocasionará, Longueira ofreció y pidió campañas sin descalificaciones porque “quiero prestigiar la política».
A lo que Bachelet respondió que desea lo mismo, “campañas fraternas, de ideas y respetuosas” y que tiene muy buena opinión de quien posiblemente tras las elecciones primarias del próximo 20 de junio, sea su contrincante.
El otro precandidato derechista es Andrés Alamand; y representa a Renovación Nacional, partido del actual presidente Sebastián Piñera.
Por primera vez en su historia, la derecha realizará elecciones primarias; y es que no está dispuesta a repetir el fracaso de elecciones anteriores; sobre todo la del 2005, cuando llegó con dos candidatos que aunque juntos sumaron más votos que la centroizquierda con Bachelet, perdieron.
Al revés de lo que sucede con la mexicana, la izquierda chilena había tenido capacidad de unirse para ganar el poder; pero ahora está trabada porque no pudo llegar a acuerdos para las listas parlamentarias; dando lo que Bachelet llamó “una mala señal a la ciudadanía».
La campaña será difícil para ambas coaliciones, porque con el voto voluntario hay un nuevo electorado mucho más demandante.
Ex presidenta de Chile entre 2006 y 2010; presidenta los dos últimos años del organismo de mujeres de la ONU y la mejor carta de la izquierda, Bachelet está llamando a la centro-izquierda a construir una nueva mayoría; porque de no hacerlo, dice, será complicado ganar las elecciones.
Y declaró que ha advertido un creciente malestar ante los abusos del poder; y que utilizará su segundo mandato para reformar los sistemas fiscal y educativo, encarar la disparidad en el ingreso y terminar con la desigualdad,  “problema inaceptable e insostenible”.
Por su parte Longueira como Ministro de Economía acentuó la competitividad internacional de Chile; y logró una ley de pesca, que puso a prueba su capacidad de negociador con grupos antagónicos.
Ahora propone, una segunda etapa de gobierno de la Alianza que “sin saltos al vacío”, continúe lo hecho por Piñera.
Hubo también esta semana en Chile otra renuncia: la del director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Francisco Javier Labbé.
Dejó el puesto porque el prestigiado Centro de Investigación Periodística (Ciper) Chile, publicó que las cifras del censo 2012 fueron manipuladas; y fueron censadas 600 mil personas, y no las 16 millones 600, que se aseguró.
Labbé dijo que se va, para no dejar en entredicho el prestigio de Chile; y el gobierno de Piñera no descartó tener que hacer un nuevo censo.
Pero a pesar de esto y de la campaña por la presidencia en marcha, todos los partidos y todos los candidatos están de acuerdo en enfrentar unidos la demanda presentada por Bolivia ante la Corte de la Haya, para que Chile le dé acceso al mar.

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