Se distribuyen las primeras vacunas de Moderna contra la COVID-19 en todo Estados Unidos

Foto: cortesía Democracy Now!

El lunes, las primeras dosis de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por el fabricante de medicamentos Moderna, que acaba de recibir su aprobación, llegaron a centros médicos de todo Estados Unidos. Una de las primeras personas en recibir la vacuna de Moderna fue Arlene Ramírez, de 44 años de edad, una enfermera del distrito de Queens, en la ciudad de Nueva York, que se contagió con COVID-19 en marzo y perdió a su padre a causa de la enfermedad.

Arlene Ramírez: “Como trabajadora sanitaria, después de haber visto lo que vimos, gente que se aferraba a su vida, una muerte detrás de otra, y después de haber tenido que lidiar al mismo tiempo con la enfermedad de mi suegro, después de haber estado yo misma enferma de gravedad y de que mi padre pasara 36 días internado en la unidad de cuidados intensivos local, puedo decir que la vacuna es esperanza. Esperanza de que acabaremos con esta pandemia. Esperanza de que viviremos una vida mejor”.

El lunes, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, recibió la inyección de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la farmacéutica estadounidense Pfizer en un evento trasmitido por televisión e instó a los estadounidenses a que reciban la vacuna cuando esté disponible para ellos.

Asimismo, el Vaticano anunció a la población católica de todo el mundo que recibir vacunas contra el coronavirus que se desarrollaron utilizando líneas celulares de fetos abortados es aceptable desde la perspectiva moral.

Las hospitalizaciones por COVID-19 alcanzan niveles récord

El lunes, Estados Unidos registró más de 200.000 nuevos casos y casi 2.000 muertes por coronavirus. El número total de personas hospitalizadas por la COVID-19 batió otro récord mundial en Estados Unidos, ya que actualmente hay más de 115.000 pacientes internados, y 16 de los 50 estados del país registraron un número récord de muertes por coronavirus.

Foto: cortesía Democracy Now!

El virus está desbordando los hospitales del sur del estado de California y del Valle de San Joaquín, donde algunas unidades de cuidados intensivos han alcanzado su capacidad máxima. Esta situación se produce al tiempo que la población estadounidense sigue haciendo caso omiso a los pedidos desesperados de las autoridades sanitarias de evitar los viajes durante los días festivos para frenar el propagación del virus.

La Administración de Seguridad en el Transporte anunció que durante el fin de semana más de un millón de pasajeros pasaron cada día por la inspección de seguridad en los aeropuertos de Estados Unidos, lo que representa el mayor aumento de viajes desde el inicio de la pandemia.

Artículos Relacionados