¿Se preparan los Castro para dejar el poder?

Por Sarah Rainsford
El presidente de Cuba, Raúl Castro, fue reelegido este domingo en su cargo, dando inicio así al que será su último mandato al frente del país.
Elegido en 2008 para remplazar a su hermano Fidel como presidente -después de que fuera líder por más de cuatro décadas- Raúl pidió que se establezca un límite de dos mandatos para todas las posiciones de alto rango, una idea que aún debe reflejarse en la Constitución.
 
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En el discurso realizado ante la Asamblea Nacional de su país este domingo, el reelegido mandatario confirmó que se retirará del poder cuando concluya su mandato dentro de cinco años, en 2018.
Conforme la generación revolucionaria original se prepara para dar un paso al costado, su atención se centra en salvaguardar el sistema que construyeron y asegurar su sobrevivencia una vez que ellos no estén.
Esto se traduce en encontrar un sucesor para Raúl Castro.
Hasta ahora, sin embargo, el acento se ha puesto sobre la reforma económica, que requiere la modernización de una economía ineficiente controlada por el Estado, según los lineamientos presentados en 2011.
Demasiada presión
El resultado más evidente ha sido una explosión de pequeños negocios, desde salones donde se arreglan las uñas hasta jardineros en alquiler, que se hicieron legales al tiempo que el gobierno intentaba reducir el número de funcionarios pagados por el Estado.
«Solía ganar 400 pesos al mes (US$16), ahora gano lo que sea capaz de conseguir», explica Eduardo García, que se sienta en un taller repleto de aparatos de música y televisores que necesitan ser reparados.
Los cubanos se están acostumbrando a algunas de las reformas económicas.
Un televisor con pantalla plana en la que está trabajando está valorado en más de US$1.986, otra señal de que las cosas están cambiando en la isla.
Pero al igual que muchos de los cerca de medio millón de autónomos en Cuba, Eduardo tiene sus frustraciones.
«Es como si nos hubieran soltado las manos pero no los pies. Estamos trabajando bajo demasiada presión», protesta, diciendo que el monopolio del Estado sobre las importaciones y la falta de un mercado al por mayor implica que conseguir piezas sueltas sea muy difícil.
«Pero durante 54 años nadie pensó que incluso esto fuera a ser posible», subraya Eduardo. «La máquina es lenta en su arranque pero tenemos esperanza de que las cosas mejoren».
Abordar el tema de las grandes empresas estatales que todavía dominan la economía es el siguiente reto para el nuevo gobierno que también se formará este domingo.
Un nuevo experimento dará más autonomía a las empresas, para darle un impulso a la eficiencia; otro permitirá un número limitado de cooperativas en sectores ajenos a la agricultura por primera vez.
Una cita de Raúl Castro en un cartel de La Habana refleja la situación de forma clara: «La batalla económica es, hoy más que nunca, la tarea principal».
Etapa complicada
Fidel Castro, de 86 años, gobernó Cuba por más de cuatro décadas.
«Es una batalla, y el futuro de Cuba depende de sus resultados», reconoce el economista estatal Juan Triana, quien dice que cinco décadas después de su revolución, Cuba está ocupada «reinventando el socialismo».
«Ganamos la batalla más difícil en los años 90, cuando desapareció la Unión Soviética y Cuba estaba sola en el mundo. Era difícil, pero estamos vivos», dice.
Pero con el nombramiento de los nuevos diputados y líderes cubanos, existe la preocupación de que surja otra etapa complicada.
Venezuela se ha convertido en un aliado económico clave para Cuba bajo el presidente Hugo Chávez, que provee a la isla de la mayor parte de sus necesidades de petróleo diarias a precios irrisorios.
Todas estas medidas para hacer que el ciudadano sea económicamente independiente del estado están generando una sensación de libertad en la gente»
Leonardo Padura, escritor y ensayista cubano
Chávez regresó esta semana a Caracas desde La Habana, donde le estaban tratando del cáncer que padece. Pero permanece muy enfermo y no se le ha visto en persona desde diciembre.
«Venezuela es una parte importante del rompecabezas», dice Paul Hare, ex embajador británico en La Habana.
«Lo que pasa allí determina cuán rápidamente necesitará Cuba abrir su economía, si habrá prisa por aplicar una solución al estilo chino en caso de que Venezuela corte los subsidios, el petróleo. Así que hay una emergencia sobre las reformas que no estaba ahí anteriormente».
Aún así, el ritmo se mantiene cauteloso. «Sin pausa pero sin prisa», en opinión de Raúl Castro.
Importante ganancia
El objetivo es ajustar el sistema sin socavarlo. Pero la relación entre Estado y ciudadano ya está cambiando.
«Todas estas medidas para hacer que el ciudadano sea económicamente independiente del Estado están generando una sensación de libertad en la gente», constata el escritor y ensayista cubano Leonardo Padura.
«Creo que es una importante ganancia para la sociedad cubana».
Miguel Díaz Canel, de 53 años, es visto pot algunos como una de las alternativas a los Castro.
La aplicación de impuestos al ingreso es un claro signo de este cambio, conforme los cubanos van pasando, en mayor medida, de depender del Estado a sostenerlo mediante sus impuestos.
«Ahora son el elemento dinámico de la sociedad cubana. Creo que la relajación en Cuba no vendrá de organizaciones políticas, sino de los autónomos y otros que vayan eliminando barreras», dice Hare.
«La gente pensará: ‘esto dará como resultado un iPad para mí, el sistema antiguo no'».
El cambio económico en Cuba no ha sido correspondido con una reforma política. La elección que dio lugar a este Parlamento tuvo 612 candidatos para 612 escaños.
Uno de ellos era Fidel Castro, de 86 años, que apareció para votar en persona por primera vez desde que cayó enfermo y dimitió en 2006.
Siete años después, todavía no hay un claro sucesor para los Castro.
Un cambio en la elección del número 2 de Cuba, el vicepresidente primero, puede aportar alguna pista.
El puesto lo ocupa actualmente otro revolucionario octogenario.
Miguel Díaz Canel, de 53 años, es una de las alternativas de las que se habla. Díaz Canel es miembro del Politburó y ha ocupado el puesto de Raúl Castro en compromisos oficiales cada vez más a menudo.
Pero son pocas las pistas reales que emergen de detrás de las puertas cerradas de la política cubana.
Al adentrarse Cuba en un nuevo y decisivo mandato, la pregunta clave sobre su futuro permanece sin respuesta.
 
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Fuente: BBC Mundo

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