Somos la Diáspora: Univisión debe promover la IdEA

Hillary promueve La IdEA
Hillary promueve La IdEA

Por Giomar Silva

La segunda edición del Foro de la Diáspora Global (Global Diaspora Forum), organizado el mes pasado en Washington por el Departamento de Estado, reafirmó la necesidad de contar con una entidad que asociara al gobierno norteamericano con la diáspora local, con el objetivo de generar desarrollo en los países de origen de sus miembros.

Esta entidad ya existe y se llama IdEA (International diaspora Engagement Alliance). Sus avances, expuestos en el foro, también se pueden encontrar en la página oficial de la organización (www.diasporaalliance.org). El progreso de esta iniciativa es palpable, al punto de que ya existen acuerdos puestos en marcha, como el proyecto La Idea, para impulsar la creación de negocios, el comercio bilateral y la creación de empleos en América Latina. La Idea, un proyecto impulsado por distintas entidades del gobierno de Estados Unidos, la cadena hispana Univision, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y organizaciones como Boom Financial, Accion y WellsSpace está recibiendo ideas y los interesados pueden encontrar información en www.laidea.us.

Sin embargo, ¿cuántas personas saben lo que es La Idea? Más específicamente, ¿Cuántas personas que siguen fielmente las telenovelas de Univisión, cada noche en el prime time, saben lo que es La Idea? En los cortes comerciales de la telenovela de moda, “La que no podía amar”, no hay mención alguna a La Idea. En la página web de Univisión la noticia ni siquiera llegó a la portada, y en el noticiero de la noche, por lo menos, sí apareció, en una nota de 1 minuto y 49 segundos. Esta es la cadena televisiva hispana más grande de Estados Unidos

 

¿Qué es la diáspora?

No “inmigrantes”, “minorías” o “grupos étnicos”: diáspora. El término fue estrenado en el Foro de la Diáspora Global. La palabrita en cuestión sirve para matar (inteligentemente) varios pájaros de un tiro.

“Diáspora” significa, según la Real Academia Española, “dispersión de grupos humanos  que abandonan su lugar de origen”. Tiene el mismo sentido en inglés. Proviene del griego diasporá, “dispersión”, y originalmente se refería a los exiliados judíos. En consecuencia, el término tiene una connotación muy distinta a “inmigración”. Un inmigrante es aquel que puebla un lugar al que originalmente no pertenecía, mientras que un miembro de la diáspora es alguien que ha abandonado su lugar de origen. La sutileza de la definición hace una diferencia enorme.

Sandy Close, directora ejecutiva de New America Media, una de las organizaciones promotoras del evento, dice que las palabras son importantes, y que la elección del término diáspora es “empowering”, traducido como “empoderamiento” (“que otorga poder”) para las minorías étnicas y los medios de comunicación que las mantienen interconectadas. El término sirve, también, para despojar al tema de la carga política que automáticamente aparece cuando se empieza a hablar de inmigración, y deja el camino libre para intentar una nueva forma de aproximación: moving forward by giving back (“Retribuyendo es que avanzamos”) fue el tema principal del foro de este año.

Hillary Clinton lo explicó muy bien en su discurso de bienvenida. Ante una audiencia de más de 500 líderes de “comunidades de la diáspora” en Estados Unidos y representantes de agencias gubernamentales, la secretaria de Estado habló con emoción, una vez que dejó de lado el papel que contenía su discurso oficial. “Todos ustedes llegaron hasta aquí por una razón, porque había algo que querían cambiar en sus vidas”, dijo. Y habló de la nueva estrategia que el gobierno tiene para trabajar con la diáspora en proyectos de comercio, filantropía, trabajo voluntario, innovación social y emprendimiento empresarial en los países de origen.

Ahora, otras inquietudes.

  1. ¿En dónde termina la diáspora? ¿Son los inmigrantes indocumentados parte de ella? El enfoque de IdEA, desde el slogan moving forward by giving back hasta los proyectos que impulsa y el propio uso de la palabra “diáspora”, es hacia afuera. Es un discurso en el que el inmigrante que logró el sueño americano se compromete a ayudar a los desposeídos de su país. No es casual que la agencia de cooperación internacional norteamericana, USAID, sea uno de los ejes vitales de IdEA. Pero, ¿qué pasa con los desposeídos –con o sin documentos– dentro de Estados Unidos? ¿Cómo pueden ser ayudados por su propia diáspora, que proyectos existen para eso? Ningún presentador hizo mención a este detalle.
  2. ¿Por qué una iniciativa tan positiva como IdEA tiene tan poca visibilidad mediática? Parece haber un problema en la estrategia de comunicación. Durante el foro se vio muchos líderes de comunidades y empresarios, pero pocos periodistas. Al menos, pocos periodistas de los medios locales que tienen llegada con los miembros de sus respectivas diásporas.. Para que IdEA pueda calar en el público al que apunta, necesita primero que ese público se entere de que IdEA existe. Las grandes cadenas no bastan. Univisión no basta.

El sabor que queda al final de este foro es de expectativa, pero también de suspicacia. Es una buena iniciativa que promete excelentes resultados si se aplica en todo su potencial; pero podría acabar como uno de esos grandes proyectos que se desvanecen en cocteles, discursos y burocracia, y terminan favoreciendo a muchos, menos a los que esperan al final de la cadena. Este peligro es especialmente notorio en un año electoral. Dicho esto, una IdEA es mejor que ninguna idea, y no está mal llamarnos la diáspora. Muy bien, somos la diáspora. El tiempo dirá si esto marca el comienzo de un viraje en la política migratoria estadounidense, o si es solo un bonito recurso semántico.

 

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