Foto: cortesía Democracy Now!
Hace eso mientras el Partido Republicano se divide en su respuesta a las elecciones.
El presidente Trump promete seguir adelante con varias demandas, que alegan sin ningún fundamento que se ha cometido fraude electoral, y afirma que no reconocerá el triunfo de Biden. El sábado, justo cuando las cadenas de televisión declararon la victoria de Biden, el abogado de Trump, Rudy Giuliani, reunió a periodistas de todo el mundo en una conferencia de prensa en la que alegó que hubo irregularidades generalizadas en el proceso de votación, sin presentar ninguna prueba. El presidente Trump publicó en Twitter que la conferencia de prensa se llevaría a cabo en el Four Seasons de la ciudad de Filadelfia, insinuando que sería en el hotel de lujo ubicado en el centro de la ciudad. En cambio, se realizó en un lote polvoriento en las afueras de la ciudad, en el exterior de Four Seasons Total Landscaping, un negocio familiar de jardinería ubicado entre un crematorio y una tienda de artículos de pornografía.
Hasta ahora, ninguno de los intentos legales de Trump ha dado resultado. Los dirigentes republicanos están divididos en su respuesta al resultado de las elecciones. El senador del estado de Utah Mitt Romney ha pedido a los estadounidenses que apoyen a Biden y ha refutado las alegaciones de fraude electoral hechas por Trump. Mientras tanto, el senador de Carolina del Sur Lindsey Graham dijo que Trump no debería ceder y declaró el domingo en el canal Fox News que “si los republicanos no desafían y cambian el sistema electoral de Estados Unidos, nunca más se elegirá a otro presidente republicano”.
Ahora crece la presión sobre la Administración de Servicios Generales para que reconozca la victoria de Biden. El equipo de transición del presidente electo no puede acceder a fondos gubernamentales ni comunicarse con organismos federales hasta que la Administración de Servicios Generales confirme su victoria. La administradora de esta entidad, Emily Murphy, fue designada por Trump.
