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Por Juan Hidalgo
Una serie de abusos e irregularidades se registraron en el centro de detención del condado de Howard, en Maryland, en contra de los internos por parte de los funcionarios de dicha instalación que no habrían cumplido con los procedimientos contemplados por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), respecto a los reclusos derivados por esa oficina del gobierno.
Así lo revela un informe de la Oficina de Inspectoría General del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security), al que tuvimos acceso, en el que se detalla excesivo uso del registro personal entre los internos de baja peligrosidad, así como irregularidades en la distribución diaria de las comidas, entre otras.
De acuerdo al documento OIG-21-03 fechado el 28 de octubre del 2020, los oficiales del centro de detención realizaron hasta 35 registros personales entre los internos de baja peligrosidad, en busca de algún tipo de contrabando cada vez que salían y regresaban a sus celdas, sin que haya documentación alguna que justifique ese procedimiento, según lo establece el reglamento. Se menciona el caso de un interno que sufrió ese cateo hasta en 13 ocasiones.
Debido a que los internos de baja peligrosidad tienen mínimo contacto con los reclusos de alta peligrosidad, incluso se ubican en alas distanciadas del penal, “no queda claro para los inspectores por qué los oficiales del centro presumen que los internos afectados hayan podido distribuir mercaderías o sustancias de contrabando hacia otras partes de la instalación”.
El reglamento actual sólo establece que los registros personales, que incluye registro debajo de las prendas íntimas, sólo procede entre los internos que trabajan en el área de cocina del penal, cuando reciben visitas del exterior o cuando se entrevistan con sus abogados. No pueden hacerlo bajo otras circunstancias, excepto cuando haya alguna denuncia o cuando un oficial lo apruebe, basado en documentación que lo sustente, lo cual no se presentó en estos casos.
Los oficiales del centro de detención justificaron la acción argumentando que los internos de baja peligrosidad están alojados junto a reclusos que tienen permiso de dejar la instalación por específicos tipos de trabajo. Sin embargo, no se reportó ningún caso concreto de alguno de los internos de baja peligrosidad sorprendido con algún tipo de contrabando.
La mayoría de los casos se dieron después que los internos usaban las áreas exteriores de recreación, visitas a la enfermería, acudir a la biblioteca del penal o participar de actividades religiosas, agrega el informe.
Refrigerios
El documento también indica que los directivos del centro penitenciario —ubicado en Jessup— no cumplieron con proporcionar las dos comidas calientes diarias establecidas en el reglamento, por más de ocho meses, y sólo recibieron una comida caliente al día y dos comidas frías, pese a que el reglamento del ICE para sus internos, requiere dos comidas calientes de las tres que se proporcionan al día.
“De los 61 detenidos del ICE en la visita se registró que sólo 36 de ellos han recibido una comida caliente por día en más de 30 días, y otros dos sólo recibieron similar refrigerio por más de cinco meses”, acota el informe.
Los directivos del penal argumentaron en su descargo actuales renovaciones a las áreas de cocina, que impiden su total funcionamiento. Sin embargo, dichas innovaciones empezaron en junio del 2019 y estaban previstas durar entre 30 a 45 días, pero se han ido prorrogando casi por ocho meses.
Recomendación
En la parte final del informe, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) exhorta al ICE a asegurar se cumpla con los procedimientos establecidos en el centro de detención de Howard y se ponga inmediata atención y mayor compromiso a las operaciones realizadas en dicho establecimiento.
Asimismo, se solicita revisar y reevaluar los procedimientos en cuanto a registro personal de los internos, cumplir con proveer los tres refrigerios diarios acordados y visitas médicas diarias a internos que se encuentren separados del resto.
Desde 1995 el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), tiene contrato con el condado de Howard para alojar detenidos sospechosos de violar las leyes de inmigracion, por la cual ICE paga 110 dolares diario al condado por cada individuo detenido.
A inicios de octubre pasado, en sesión de consejo del condado de Howard se debatió un proyecto de ley para poner fin a ese acuerdo, y pese a que en la votación final de 3 a 2 se logró mayoría, el ejecutivo del condado, Calvin Ball, con derecho a voto, se inclinó por que se siga manteniendo el contrato entre el ICE y el condado de Howard.