Foto: cortesía Democracy Now!
Redacción MLNews
Se prevé que entrará en vigor una nueva regla que enviaría a algunos solicitantes de asilo que están en la frontera entre Estados Unidos y México a El Salvador, en lugar de permitirles recibir protección humanitaria en Estados Unidos.
El Gobierno de Donald Trump implementó acuerdos similares con Guatemala y Honduras. Los activistas en defensa de los derechos humanos y de los inmigrantes argumentan que la política pone en riesgo a los migrantes que ya se encuentran en una posición vulnerable.
Sin embargo, diputados de la Asamblea Legislativa de El Salvador explicaron que desconocen totalmente cuál es el contenido del convenio firmado por el presidente Nayib Bukele con el gobierno estadounidense, ya que éste nunca pasó a conocimiento de la Asamblea para su ratificación.
Diputados de los partidos ARENA, FMLN, PCN y PDC califican de “contradictorio” cuando el gobierno de Bukele se opuso a llevar de regreso a su país a cientos de varados en el extranjero por la pandemia y que El Salvador es un “productor de migrantes”, que buscan en Estados Unidos las oportunidades que su país no les puede ofrecer.
“Contrastan mucho los convenios para traer extranjeros cuando se les cierra las puertas casi en calidad de destierro a los nacionales, es una contradicción tremenda”, cuestionó Rodolfo Parker, del PDC.
El 20 de septiembre de 2019, El Salvador firmó un pacto con el gobierno de Estados Unidos en el que se comprometió a recibir y albergar a solicitantes de asilo en EE.UU. mientras su trámite migratorio se revisa y se resuelve.
El martes el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció que El Salvador ha concluido una serie de acuerdos para comenzar a implementar el Acuerdo de Cooperación de Asilos (ACA).
«Esto es una burla al proceso de petición de asilo establecido por la ley en Estados Unidos. Este acuerdo debe ser cancelado de inmediato por violentar los derechos de los peticionarios», exigió Salvador Sanabria, activista comunitario salvadoreño residente en Los Angeles, California.
Fuente: Democracy Now/Newswire
