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Redacción ML Noticias
Hasta este sábado por la noche (hora del este de Estados Unidos) las autoridades de Myanmar (antes Birmania) reportaron que el número de muertos en el terremoto de 7,7 grados el viernes 28, asciende a 1,644 y más de 3,500 heridos, pero temen que los números sigan aumentando a medida que avanzan las labores de rescate.
También en la vecina Tailandia se reportan 17 muertos y 83 obreros desaparecidos, después de que un rascacielos que se encontraba en construcción colapsó en Bangkok, la capital de ese país vecino de Myanmar. El fuerte sismo también se sintió en la India y China, pero no se reportan daños de consideración.
Según reportes del Servicio Geológico de Estados Unidos, el epicentro del terremoto fue ubicado a 16 kilómetros de la ciudad de Sagain, a poca distancia de Mandalay, que es la ciudad más importante de Myanmar con 1,2 millones de habitantes, y donde muchas familias durmieron a la intemperie por temor a las fuertes réplicas que siguieron tras el gran movimiento inicial, que los sismólogos ubicaron entre 4,5 y 6,6 grados.

Para evitar saqueos y otros desórdenes públicos la junta militar birmana declaró un estado de emergencia en Naipidyó, que es la capital, así como en otras ciudades principales del país, hasta que la situación se normalice.
A pesar de los datos proporcionados por las autoridades, es difícil conocer algo más exacto de la actual situación, debido a que la junta militar —que gobierna al país desde 2021—, ofrece nuevos informes muy lentamente.
Las labores de rescate están en marcha especialmente en las principales ciudades afectadas: Mandalay y Naipyidó, la capital. Aunque se han enviado equipos y material desde otros países, los aeropuertos de esas ciudades están seriamente dañados y no parece que puedan estar listos para el aterrizaje de aviones.
Myanmar está sumida en una prolongada y sangrienta guerra civil, la cual ya ha generado una enorme crisis humanitaria. Esto hace que moverse por el país sea difícil y peligroso, complicando las labores de ayuda e incrementando los temores de que la cifra de muertos pudiese aumentar precipitadamente.
El terremoto sacudió la nación el viernes al mediodía, y el epicentro no estuvo lejos de la ciudad de Mandalay, seguido de varias réplicas, incluida una de magnitud 6.4. Derribó edificios en muchas áreas, hizo que las carreteras se retorcieran, provocó el desplome de puentes y rompió una presa.
En la capital Naipyidó, los equipos trabajaron el sábado para reparar las carreteras dañadas, mientras que los servicios de electricidad, teléfono e internet permanecieron interrumpidos en la mayor parte de la ciudad.

El terremoto derribó numerosos edificios, incluidas varias viviendas de funcionarios públicos, pero las autoridades bloquearon el acceso el sábado a esa zona de la ciudad.
El sábado se trajeron más equipos pesados para mover las toneladas de escombros, pero la esperanza se desvanecía entre amigos y familiares de los desaparecidos de que pudiesen ser encontrados con vida.
Los terremotos son poco frecuentes en Bangkok, pero relativamente comunes en Myanmar. El país se asienta sobre la falla de Sagaing, una destacada falla que corre de norte a sur y separa las placas de India y la de la Sonda.