El papa Francisco se reunió este domingo con el líder de la revolución cubana Fidel Castro, de 89 años, durante aproximadamente 30 minutos en la residencia del expresidente.
Según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ambos intercambiaron libros y regalos.
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Lombardi afirmó que el pontífice y el expresidente cubano sostuvieron una conversación informal en presencia de la mujer, los hijos y nietos de Castro.

El portavoz del Vaticano explicó que el pontífice le entregó a Castro un libro escrito por un jesuita que fue su profesor en la escuela católica en la que estudió, mientras que el expresidente le entregó al Papa una colección de sus conversaciones sobre religión con el fraile brasileño Frei Betto.
Encuentro tras la misa
Por el momento, no hay fotografías del encuentro.
La reunión tuvo lugar después de que el Papa ofreciera una misa multitudinaria en la Plaza de la Revolución de La Habana en su visita a la isla en la que ofreció la homilía más importante de su histórico viaje de cuatro días a la isla.

En la homilía, el Papa no se refirió a la situación política en Cuba ni tampoco al reciente reestablecimiento de relaciones entre el país y Estados Unidos, un proceso en el que él mismo ha jugado un importante papel.
Pero sí agradeció a Raúl Castro por su papel en el diálogo entre el gobierno de Colombia y FARC y abogó por que se sostengan los esfuerzos para lograr una definitiva reconciliación.
Se trata de la primera visita del papa Francisco a Cuba y de la tercera de un pontífice desde el triunfo de la revolución.
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En imágenes: los momentos más destacados de la visita del papa Francisco a Cuba
Con pancartas hechas a mano, banderas del Vaticano y Cuba, instrumentos musicales y muchas cámaras fotográficas, los cubanos le dieron la bienvenida al papa Francisco este sábado.
Pese a vivir en un país de larga tradición secular en el que la fe católica no ha tenido un predominio comparable al que ha disfrutado en otros países de América Latina, muchos habaneros salieron a las calles para ver de cerca a Francisco.
Apostados detrás de las barreras de seguridad en el aeropuerto José Martí y, desde allí, a lo largo de la ruta que ha transitado el papamovil por La Habana, los cubanos le dieron una cálida recepción a este papa que, si bien no es el primero que visita la isla, está jugando un papel relevante en la recomposición de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.








