Inundaciones en el noreste de EE.UU. Foto: Tri-State Weather
Democracy Now!/MLNews
Los coletazos del huracán Ida azotaron durante la noche del miércoles el noreste de Estados Unidos, provocando lluvias torrenciales, inundaciones e incluso tornados en los estados de Maryland, Virginia, Pensilvania, Nueva Jersey, Nueva York, Connecticut y Massachusetts.
Cientos de personas tuvieron que ser rescatadas en sus viviendas en Maryland y Virginia. En la ciudad de Rockville, Maryland murió el joven Melkin Daniel Cedillo, de 19 años, originario de Honduras. En ese grave incidente el miércoles en la madrugada también hubo un desaparecido en las inundaciones de varios apartamentos y 150 personas sin hogar.

Al menos seis muertes fueron reportadas en el sur de Estados Unidos, en donde el pasado fin de semana Ida tocó tierra como huracán de categoría 4. Los gobernadores de los estados de Nueva York y Nueva Jersey han declarado el estado de emergencia. En la ciudad de Nueva York, afectada por grandes inundaciones, el servicio de metro se detuvo y se prohibió la circulación de vehículos en las calles durante la noche, excepto los de emergencia. El Servicio Meteorológico de Estados Unidos informó que este miércoles, en solo una hora, cayeron más de siete centímetros de lluvia en Central Park, lo que constituye probablemente un nuevo récord, mientras que se emitió una advertencia de tornado para los distritos de Manhattan y del Bronx.
Días después de la llegada del huracán Ida, la costa del Golfo de EE.UU. enfrenta escasez de alimentos, agua y electricidad

Más de un millón de usuarios de los estados de Luisiana y Misisipi continuaban el miércoles por la noche sin servicio de electricidad, y un millón de residentes no contaban con agua corriente o tenían que hervir el agua del grifo para garantizar que sea potable. Los habitantes del estado de Luisiana también se enfrentan a una escasez cada vez más apremiante de combustible, alimentos y otros productos esenciales. Estas fueron las palabras expresadas por una residente de la ciudad de Nueva Orleans, que sobrevivió al huracán.
Faith Johnson: “He residido aquí toda mi vida. No he visto ningún cambio. Cada vez que ocurre un desastre, somos los últimos en ser atendidos. Necesitamos agua fría de manera urgente. […] No tenemos electricidad. Es difícil soportar así este calor. Las colas para abastecerse de combustible son interminables. Necesitamos que las autoridades tomen el control de la situación”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará este viernes Luisiana para examinar los daños causados por la tormenta.