Yma Súmac: la voz inmortal que nació en la radio

Por Roberto J. Bustamante, periodista internacional

En los primeros años que siguieron a 1937, cuando las ondas de Radio Nacional del Perú apenas comenzaban a surcar aires en Perú y el mundo, una joven de mirada intensa y voz imposible ya encandilaba a una gran audiencia. Su nombre era Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo, pero el mundo la conocería como Yma Súmac, que en quechua significa “¡Qué hermosa!”.

Yma Sumac y Moisés Vivanco recorrieron el mundo. (Foto cortesía)

Desde aquellos primeros acordes en la radio estatal, Yma Sumac no solo cantó: encantó. Su voz, que desafiaba las leyes de la física con un rango vocal de más de cinco octavas, parecía contener el eco de las montañas, el susurro de los cóndores y el murmullo de los ríos andinos. Fue una de las primeras artistas en presentarse en Radio Nacional, y desde ese instante, la radio se convirtió en su trampolín hacia la eternidad.

Décadas más tarde, esa misma voz que había nacido con rumor de olas en el puerto del Callao y florecido en los estudios de Lima, conquistó los escenarios más prestigiosos del planeta: el Hollywood Bowl, Carnegie Hall, el Royal Albert Hall. En 1960, su legado quedó sellado con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. Yma Sumac no solo representó al Perú: lo encarnó, lo elevó, lo hizo mito. Entre 1960 y 1961 hizo una gira por la entonces Unión Soviética, en la cual Yma Sumac vendió unos 20 millones de discos y 70 millones de boletos, para una recaudación que hoy, casi 70 años después, sería el equivalente de unos 1,000 millones de dólares.

Zoila Emperatriz Chavarri del Castillo (1922-2008) vivió muchos años en Los Ángeles, ciudad que la acogió como diva y donde, en 2008, cerró los ojos por última vez tras una batalla contra el cáncer de colon. Pero su voz —esa mezcla de climas, costumbres y paisajes peruanos— sigue viva, girando en vinilos y resonando en películas. Ahora, cuando el Perú celebra el centenario de la radio, un avance tecnológico iniciado en 1925, Yma Sumac tiene que ser también celebrada como una de las grandes protagonistas del espectáculo que se valieron del micrófono para catapultarse.

Porque si la radio fue el alma del siglo XX, Yma Súmac fue su canto más sublime.

Con su voz inigualable, debutó en Radio Nacional con el conjunto folklórico de Moisés Vivanco Allende la noche del 2 de abril de 1941, hace más de 80 años en el programa “La Hora de los Obreros”. Vivanco es así considerado el descubridor, el mentor y más tarde esposo y compañero de la diva en la difusión mundial de la cultura andina por el mundo.

En la actualidad, cuando han desaparecido los discos de acetato o los casets musicales, es muy frecuente escuchar las canciones que la hicieron famosa en plataformas de streaming como Apple Music y Spotify, colecciones de música clásica, internacional y programas culturales.

El codiciado álbum “Mambo” con el tema “Gopher”, compuesto por Vivanco, es conocido a nivel mundial. Suman entre sus grandes éxitos: Vírgenes del Sol; Chuncho; Pachamama; Birds; Goomba boomba; Tumpa (en el álbum “Voice of the Xtabay”) entre otros.

Pude inspirarme en crear el busto de Yma Sumac escuchando su canción Montana”, confesó el artista Martin Espinoza-Grajeda, escultor franco-peruano, cuyo trabajo donado en 2022, fue colocado en el cementerio de Hollywood donde reposan los restos de la famosa soprano.

Con todo, Yma Sumac sigue siendo reconocida por su talento y su contribución a la música. Le han dedicado homenajes, como el reconocimiento con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood. También hizo varias películas y comerciales de TV en el mundo. Y vendió más de 50 millones de discos, favorecida por una industria discográfica igualmente fascinada por los dones de la cantante peruana.

Los íconos culturales Yma Sumac y Moisés Vivanco desplegaron estratégicamente una imagen mítica del Perú para satisfacer la insaciable demanda extranjera de lo exótico en auge en Estados Unidos y Europa durante la postguerra”, afirma la historiadora peruana Carmen McEvoy.

Vivanco ya tocaba la guitarra cuando conoció a Yma Sumac, pues conformaba el Trío Casas, junto con su maestro Miguel Ángel Casas interpretando canciones como Una lágrima, Amor Indio y Melgar.

Desde muy joven, Vivanco se inició como charanguista y en 1929 recibió de manos del presidente Leguía, la medalla de oro como triunfador absoluto en el Certamen Nacional de Amancaes en Lima. En junio de 1939, los ejecutivos de Radio Nacional confirmaron contrato con Vivanco como un artista estable para integrar el trío de cuerdas, en reemplazo del guitarrista Ángel Santillán.

Cuando la fama sonrió a la extraordinaria soprano, Vivanco fue el compositor y productor responsable de los álbumes musicales y las canciones emblemáticas donde puso en alto su talento. Como Yma Sumac, Vivanco encontró también en los micrófonos de la radio una plataforma para que sus composiciones y su espíritu andino tomaran forma, crecieran y se proyectaran fuera del Perú.

 

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