Abuelismos

Por Teresa Gurza.

Dicen los que saben, que la mayor parte de los jóvenes tiene muy poco vocabulario; y eso puede comprobarse teniendo cualquier conversación con alguno de ellos y sobre todo oyéndolos platicar con amigos.

Pero también los adultos hemos perdido muchas palabras y expresiones oídas o empleadas cuando niños; y que tal vez, podríamos recuperar.

Es por eso que me parece positivo, compartir con ustedes unas pocas de las que andan circulando por la red; además de que recordar cómo y cuándo las usábamos es un buen ejercicio de memoria.

¿Se acuerdan de “desconchinflado”, “pipirín”, “muina”, “patatús”, “tirria”, y otras palabras muy mexicanas?

La información que me llegó y a cuyos autores me gustaría dar el crédito correspondiente, pero no lo puedo hacer por ignorar de quien o quienes procede, dice que las anteriores y otras expresiones, podrían llamarse abuelismos.

Y advierte que con seguridad los nietos de nuestros nietos, consideraran abuelismos, “meme”, “wasapear”, “stalkear”, “escrache” y “selfie”.

Pero dejándoles a ellos la tarea de divulgarlas cuando les llegue la hora y la edad que nosotros tenemos, y para evocar sólo unas pocas de las más lindas, aquí las tienen.

Achichincle. Acompañante incondicional, ayudante y adulador.

Achicopalarse. Deprimirse, agobiarse, afligirse temporalmente.

Argüende. Murmuración, chisme, intriga.

Borlote. Escándalo, gritería, desorden, tumulto.

Chochear. Dar el viejazo, comenzar con las conductas seniles; o alegrarse mucho con alguien; como los abuelos que chochean con sus nietos.

Cotorrear. Platicar con bromas entre amigos.

Chilpayate. Niño chico, chamaco.

Desconchinflado. Artefacto descompuesto, que ni a golpes funciona.

Desguanzada. Agotada, sin ánimo.

Pipirín. Manera de nombrar a la comida.

Endilgar. Atribuirle algo desagradable a alguien.

En un de repente. Imprevisto, inesperado, sorpresa total.

Enyerbado. Embrujado con hierbas para ser fácilmente atrapado por la novia.

Estar como rifle. Sentirse muy bien, dicho generalmente cuando eso no es cierto y en tono de superioridad.

Gorrón. Que nunca paga sus cuentas.

Gandalla.  Que se hace tonto para cooperar; aprovechado.

Granjear. Hacer méritos para ganarse la voluntad de otros.

Guateque. Fiesta donde se come, bebe y baila alegremente.

Hacer de tripas corazón. Aguantar, seguir de pie y resistiendo.

Itacate. Provisión de comida que se lleva de una fiesta. En mi casa mi mamá nos podía casi matar, si llegábamos de alguna reunión con itacate.

Mal paso. Hace unos años era muy mal visto tener relaciones sexuales con los novios; y si se tenían y se quedaba embarazada, era por haber dado un mal paso; peso los malos pasos los daban solo las mujeres, jamás se decía eso de los hombres.

Me sabe la boca a centavo. Sensación desagradable dejada por un coraje o mal rato.

Mitote. Fiesta casera, la palabra proviene del náhuatl mitotl, que era una danza azteca con los participantes adornados vistosamente.

Muina. Rabieta, enfado, enojo.

Ni fu ni fa. Indecisión plena, ambigüedad pura, también utilizada para expresar poca importancia.

Ni yendo a bailar a Chalma. Carencia de toda esperanza para remediar algún mal, es decir, ya valió madre. La frase proviene de que al templo de ese pueblito del estado de México, peregrinaban los indígenas para bailarle a Tezcatlipoca –también conocido como Oztetotl o Dios de la Cueva- buscando obtener favores imposibles.

No sé por qué diantres. Frase que se dice para suavizar un enojo acerca de hechos sin explicación.

Quién quita y… Posibilidad, probabilidad de que suceda algo; casi casi un volado.

Patatús. Algo así como desmayo o mareo, con caída al piso o a un sillón cercano, que provocaban señoras a las que sus maridos no hacían mucho caso.

Prángana. Sin dinero, pobre, sin oficio y sin beneficio.

Sanseacabó. Fin un poco violento de la discusión o asunto.

Santas Pascuas. Expresión mínima para poner punto final y sin pleitos a un problema.

Soponcio. Susto de las abuelitas y mamás preocuponas y los padres coléricos.

Sulfurarse. Exaltarse.

Tatesosiego. Llamado a permanecer quieto.

Tilico. Flacucho, esquelético, que se cae de un garnucho.

Tirria. La maestra me tiene tirria, solían decir los niños para explicar a los padres que sus bajas calificaciones eran por la mala voluntad de la maestra.

Traqueteo. Andar tantas veces el mismo camino que quedan  marcas.

Vaquetón. Un “ni-ni” del siglo pasado.

Zangolotearse. Moverse de manera continua y violenta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos Relacionados