"Cómo fui arrestado por reportear sobre los trabajadores del Mundial Qatar 2022"

Las condiciones de trabajo y de vivienda de los trabajadores migrantes que construyen instalaciones en Qatar para el Mundial 2022 han sido fuertemente criticadas.
Las condiciones de trabajo y de vivienda de los trabajadores migrantes que construyen instalaciones en Qatar para el Mundial 2022 han sido fuertemente criticadas.

Por Mark Lobel
 

La oficina del primer ministro de Qatar nos invitó al país a principios de mes para ver el alojamiento estrella de los trabajadores migrantes, pero mientras recogíamos material adicional terminamos en la cárcel por hacer nuestro trabajo.

Nuestra detención fue dramática.

Transitábamos un tranquilo tramo de carretera en la capital, Doha, rumbo a grabar a un grupo de trabajadores de Nepal.

Las condiciones de trabajo y de vivienda de los trabajadores migrantes que construyen instalaciones en Qatar para el Mundial 2022 han sido fuertemente criticadas.

Y lo queríamos ver con nuestros propios ojos.

De repente, ocho autos blancos rodearon nuestro vehículo y nos dirigieron rápidamente hacia una vía lateral.

Trabajadores de Qatar 2022
«Nunca se nos acusó de nada directamente, sino que una y otra vez nos preguntaban que habíamos hecho y a quiénes habíamos conocido», relató el periodista Mark Lobel.

 

Una decena de oficiales de seguridad nos registraron en la calle, nos gritaban cuando intentábamos hablar.

Se quedaron con nuestros equipos y discos duros y nos llevaron a la comisaría.

Más tarde, en la principal estación de policía de la ciudad, el camarógrafo, el traductor, el conductor y yo fuimos interrogados por separado por oficiales de inteligencia.

El interrogatorio fue hostil.

Nunca se nos acusó de nada directamente, sino que una y otra vez nos preguntaban qué habíamos hecho y a quiénes habíamos conocido.

Durante una pausa, un oficial me susurró que no podía hacer una llamada para que la gente supiera dónde estábamos.

Y explicó que nuestra detención estaba siendo tratada como un asunto de seguridad nacional.

Mi interrogatorio llevaba una hora cuando uno de los agentes sacó una carpeta con fotografías que demostraron que me habían estado siguiendo durante los dos días que llevaba allí.

Me mostraron fotos mías y del equipo en la calle, en una cafetería, a bordo de un autobús e incluso en una piscina con amigos.

Fue un shock. Nunca sospeché que me seguían.

A la 1 de la mañana nos llevaron a la prisión local.

«Esto no es Disneylandia»

Se suponía que debía ser el primer día de nuestro recorrido de relaciones públicas, pero en lugar de eso nos esposaron y nos llevaron para ser interrogados por segunda vez, ahora en el Ministerio Fiscal.

Tras 13 horas de espera y preguntas, uno de los interrogadores ladró: «Esto no es Disneylandia. No se puede meter la cámara en cualquier lugar».

En perfecto inglés y con más de un toque de malicia, nos amenazó con otros cuatro días de prisión… para enseñarnos una lección.

Comencé mi segunda noche en prisión en un colchón manchado repugnante. Al menos no pasamos hambre, como el día anterior.

Uno de los guardias se apiadó de nosotros y nos envió pollo asado con arroz.

Maqueta de un estadio de Qatar 2022
Recientemente otros periodistas y activistas, entre ellos un equipo de la televisión alemana, también fueron detenidos.

 

En las primeras horas de la mañana siguiente, fuimos liberados.

Curiosamente, pudimos sumarnos al viaje de prensa organizado para el que habíamos venido.

Era como si no hubiera pasado nada, a pesar de que nuestro equipo seguía confiscado y se nos prohibía salir de Qatar.

Sólo puedo informar sobre lo que ha sucedido ahora que nuestra prohibición de viajar fue retirada.

No presentaron cargos, pero nuestras pertenencias no han sido devueltas.

¿Por qué Qatar invita a la prensa internacional y al mismo tiempo nos encarcela?

¿Es un caso del brazo izquierdo que no sabe lo que hace el derecho, o se trata de una lucha interna por el control entre modernizadores y conservadores?

Esfuerzo de relaciones públicas

Recientemente otros periodistas y activistas, entre ellos un equipo de la televisión alemana, también fueron detenidos.

Mustafa Qadri, investigador de la organización Amnistía Internacional sobre los derechos de los migrantes en el Golfo, nos dijo que las detenciones de periodistas y activistas podrían ser intentos «para intimidar a aquellos que tratan de exponer el abuso laboral en Qatar».

Alojamiento de algunos trabajadores migrantes en Qatar
Inspectores del gobierno catarí han reconocido que algunos alojamientos son deficientes.

 

Qatar, el país más rico del mundo en relación a su población de poco más de dos millones de personas, está gastando dinero para mejorar su reputación tras permitir que se mantenga el bajo nivel de vida para los trabajadores menos calificados.

Una muy respetada firma de relaciones públicas con sede en Londres, Portland Comunicaciones, corteja a los periodistas internacionales.

El día que salimos de la cárcel, nos mostraron villas espaciosas y confortables para los trabajadores de la construcción, con piscinas y gimnasios.

Eso fue parte de la gira organizada por la oficina del primer ministro.

El comité organizador del Mundial, que responde a la FIFA, ayudó a organizar la visita.

El organismo rector del fútbol en el mundo dijo estar investigando lo que nos ocurrió.

«País abierto»

Después de nuestra detención, el ministro de Trabajo aceptó hablar con nosotros en cámara sobre cómo los medios pueden cubrir lo que los activistas de derechos humanos han identificado como «trabajo forzado» en su país.

«Qatar es un país abierto para siempre, desde siempre», aseguró Abdullah al Khulaifi.

«Las fallas que estoy enfrentando, los problemas que estoy enfrentando, no los puedo ocultar. Qatar está abierto y ahora con los teléfonos inteligentes todo el mundo es un periodista», añadió.

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Declaración del gobierno de Qatar, 18 de mayo:

«La Oficina de Comunicaciones del Gobierno invitó a una docena de periodistas para ver -de primera mano- algunos hospedajes subestándar de trabajadores, así como algunas de las nuevas villas de empleo. Les dimos a los reporteros vía libre para entrevistar a quienes quisieran y deambular sin compañía en las villas de empleo».

«Quizá anticipando que el gobierno no daría este tipo de acceso, el equipo de la BBC decidió hacer sus propias visitas y entrevistas en los días previos a la visita planeada. Al hacerlo, violaron la propiedad privada, que está en contra de la ley en Qatar como en la mayoría de los países. Las fuerzas de seguridad fueron llamadas y el equipo de la BBC fue detenido».

La respuesta de la BBC:

«Estamos muy satisfechos de que el equipo de la BBC ha sido liberado, pero deploramos el hecho de que fue detenido en primer lugar. Su presencia en Qatar no era un secreto y estaban involucrados en una pieza de periodismo perfectamente adecuada».

«Las autoridades de Qatar han hecho una serie de acusaciones contradictorias para justificar la detención, cosa que el equipo rechaza. Estamos presionando a las autoridades de Qatar para que dé una explicación completa y para la devolución de los equipos confiscados».

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El ministro aseguró que la cobertura negativa de las condiciones de los trabajadores migrantes fue salvajemente exagerada y que se había hecho mucho progreso para mejorar las condiciones básicas de los empleados.

El gobierno puso en marcha un plan de protección del salario, a 450 empresas se les prohibió trabajar en el país, las compañías han pagado más de US$6 millones en multas por maltratar a los trabajadores y se duplicó el número de inspectores.

Los trabajadores son ahora transportados hacia y desde el trabajo en autobuses, y no en camiones.

Pero el cambio no ha sido fácil.

Sin sindicatos o medios de comunicación libres, los jefes de las grandes empresas nacionales e internacionales tienen pocos incentivos para mejorar radicalmente las condiciones de más de un millón de trabajadores desesperados por dinero.

Maniobra común

Antes de ser detenidos conocí a un mecánico de 18 años, uno de los 400.000 trabajadores nepaleses en Qatar.

Contó que quería apoyar a sus hermanos mayores, porque su padre había muerto y la familia estaba sufriendo financieramente.

Le pagó US$600 a una agencia de contratación en Nepal para arreglar su visa de trabajo en Qatar y le dijeron que iba a ganar US$300 al mes.

Trabajador de Qatar 2022
El restrictivo sistema catarí de kafala impide a los trabajadores cambiar de trabajo durante cinco años.

 

Cuando llegó le dijeron que su salario, como limpiador en un campo de trabajo para mecánicos de aire acondicionado, era en realidad US$165.

Aseguró que nunca le dieron una copia del contrato que firmó y que ni siquiera podía entenderlo porque estaba en inglés.

Es una maniobra muy común que las agencias extranjeras usan, incluso antes de que los trabajadores lleguen a Qatar.

Este joven ahora se encuentra a merced del restrictivo sistema catarí de kafala, que impide a los trabajadores cambiar de trabajo durante cinco años.

Atados a un empleador y expuestos a la explotación.

Con tanto dinero que se necesita para la reconstrucción de Nepal, no habrá escasez de futuros voluntarios.

Y a medida que se acerca el Mundial de Qatar, el foco en la mano de obra migrante es probable que aumente.

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