El presidente Donald Trump anunció el martes que suspendería el apoyo financiero de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud, aun cuando la tasa de mortalidad por la pandemia del coronavirus continúa acelerándose, con más de 127.000 víctimas fatales confirmadas en todo el mundo.
Hablando desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, Trump intentó culpar a la agencia de salud pública de las Naciones Unidas por el desastroso manejo de la pandemia por parte de su Gobierno, acusando a la Organización Mundial de la Salud de ayudar a China a encubrir la propagación del coronavirus cuando surgió a fines del año pasado.
* El presidente Donald Trump sostuvo*: “El mundo depende de que la Organización Mundial de la Salud colabore con los países para garantizar que la información precisa sobre las amenazas internacionales a la salud se comparta de manera oportuna y, de no ser así, para decirle al mundo de manera independiente la verdad sobre lo que está sucediendo. La Organización Mundial de la Salud falló en este deber básico y debe rendir cuentas”.
La decisión tomada por Trump provocó indignación y condena internacional. Richard Horton, editor en jefe de la revista médica The Lancet, tuiteó: “La decisión del presidente Trump de retirar el financiamiento a la Organización Mundial de la Salud es simplemente esto: un crimen contra la humanidad. Cada científico, cada trabajador de la salud, cada ciudadano debe resistir y rebelarse contra esta terrible traición a la solidaridad mundial”.
