Costa Rica: Elecciones llenas de sorpresas

Por Rolando de la Ribera

El proceso electoral de este año en Costa Rica ha estado lleno de sorpresas.

Por primera vez el padrón electoral superó los tres millones de electores y también fue la primera ocasión en que votaron los residentes en el exterior.

Pero estas primicias no han sido sin embargo lo más relevante. El destaque es la celebración el 6 de abril de una segunda ronda, algo que no ocurría desde 2002.

También resultó inédito el avance alcanzado por la izquierda, pues de los 13 contendientes en la lid, el Frente Amplio resultó el tercer partido más votado en la primera vuelta del 2 de febrero.

Gracias a eso, su bancada fue la que obtuvo mayor crecimiento legislativo al pasar de un diputado a nueve congresistas. Otra sorpresa fue el resultado electoral obtenido por Luis Guillermo Solís, el candidato del centrista Partido Acción Ciudadana (PAC).

Algunas encuestas previas a la primera vuelta lo ubicaban en el margen de error y, sin embargo, al final logró obtener la mayoría de votos del 2 de febrero.

Así, por primera vez en la historia política contemporánea del país, una fuerza creada hace sólo 13 años logró obtener más sufragios que los partidos tradicionales, los cuales se alternaban en el poder.

Ese aval permitió a Solís ser parte de la segunda ronda, a la que hoy marcha como favorito, según las encuestas.

Y para seguir con las sorpresas, ocurrió también la renuncia del candidato presidencial del oficialista Partido Liberación Nacional (PLN), Johnny Araya, a continuar con su campaña.

La decisión fue informada por Araya el 5 de marzo, a 32 días de la segunda vuelta, y provocó un terremoto político en su formación.

Araya tomó esa determinación al confirmar carencia de fondos para su campaña y después de conocer que las encuestas no lo favorecían, trascendió.

Ya antes, en los albores del proceso electoral, había renunciado a la precandidatura del partido Rodrigo Arias, hermano del ex presidente Oscar Arias.

Actitudes similares habían puesto anteriormente en crisis al también tradicional Partido Unidad Social Cristiana, pues su candidato Rodolfo Hernández renunció en dos oportunidades.

Pero la decisión de Araya ocurrió en un momento crítico, próximo a un balotaje, donde por ley no puede abandonar su candidatura, por lo que sólo desistió de pedir votos.

Para enmendar la situación, el candidato a la vicepresidencia por el PLN, Jorge Pattoni, aceptó liderar la campaña para la segunda ronda electoral.

El también dirigente de los empresarios lecheros es ayudado en ese empeño por el presidente del partido, Bernal Jiménez, y otros miembros de la Directiva.

Así Pattoni se transformó en el único integrante de la fórmula presidencial liberacionista que se mantiene en la contienda política.

Sin embargo, la medida no resuelve la encrucijada electoral dejada por el abandono de Araya, pues legalmente la fórmula partidaria inscrita es inamovible.

Según expertos, si triunfara el PLN, el presidente electo sería Araya y no Pattoni, quien sólo podría ocupar el cargo si el primero renuncia a su mandato.

Para el politólogo Sergio Araya, citado por el medio digital elpais.cr, después de este comportamiento imprevisible, la carrera política de Johnny Araya se avizora «maltrecha».

Consideró que la decisión de un candidato de ser pasivo hace previsible que en la segunda vuelta ocurra un mayor abstencionismo, el cual resta legitimidad.

Eso afectará más al que gane, porque aunque su elección sea legal, comenzará con un «capital político» medido en votos, pequeño técnicamente, dijo.

Recordó que ya en la primera ronda de febrero, el abstencionismo rondó el 32 por ciento del electorado, casi igual a lo obtenido por el más votado.

Varios analistas políticos prevén un porcentaje de abstencionismo cercano al 40 por ciento en la segunda vuelta, añadió.

Insistió en que la decisión de Johnny Araya dio un mal ejemplo porque transmite la idea de que «cuando las cosas se ponen cuesta arriba, lo mejor es abandonar».

Reconoció que en sociedades más polarizadas y con otra cultura política, una maniobra de ese tipo hubiera generado conflictos y hasta violencia.

«Es como si un General hubiera dejado a un ejército en plena batalla y decidiera irse de la contienda», comentó uno de los dirigentes del PLN, Fernando Berrocal.

En tanto, el candidato Solís sigue adelante con sus actividades proselitistas, en especial visitas a cantones (municipios) del interior y diálogos con sectores.

Solís se apoya en un comando de campaña dirigido por el obispo luterano Melvin Jiménez, militante de la estructura del PAC a escala cantonal, en Moravia.

Jiménez trabaja a tiempo completo con un permiso de la Iglesia Luterana y Solís considera útil su experiencia en el diálogo con la gente, reportó nacion.com.

Entre otros miembros de su especial confianza está su compañera, Mercedes Peñas, politóloga especializada en cooperación internacional.

También figura su amigo y ex liberacionista-arayista Mariano Figueres, que representa al Partido Alianza Patriótica, aliado del PAC en esta ocasión.

Solís dejó las finanzas a cargo del exdirectivo del Banco Nacional, Olivier Castro, y se asesora con los profesores universitarios Alberto Cortés y Alberto Salom.

Esas tres figuras son extrañas en el PAC, así como el jefe de estrategia, Iván Barrantes, joven administrador de empresas especializado en mercadotecnia.

Además lo apoya el sociólogo Arnoldo Herrera, productor de espectáculos artísticos y encargado de las Rutas de la Alegría, su formato festivo de campaña.

En el equipo figura el politólogo Carlos Alvarado y la periodista Stephanie González, que manejan las tareas de comunicación y prensa, respectivamente.

La decisión de Solís de hacerse rodear por personas ajenas al PAC ha generado malestar en el Partido, dijo el precandidato presidencial Juan Carlos Mendoza.

Pero Ottón Solís, fundador del partido y tres veces candidato presidencial, opina que ellos también están comprometidos con lo que el PAC defiende.

Los próximos días podrán ser decisivos en la campaña electoral costarricense con el impulso que le imprime Solís y el compromiso asumido por Pattoni.

Es de esperar que no arrecie la campaña de miedo promovida por el PLN contra sus principales oponentes, un recurso al que recurre reiteradamente.

Entre otras cosas el PLN intentó culpar al PAC por una especulación monetaria coyuntural que depreció al colón frente al dólar, alegando que aquello se debía a que Solís demoraba en definir su equipo económico.

La presidenta de la fracción legislativa del PAC, Carmen Muñoz, recordó que como parte de esa campaña sucia, el PLN ha cuestionado las condiciones éticas de las figuras del PAC para dirigir el Estado.

Por ahí decían que el PAC era el partido más corrupto, incluso dijeron que si quedábamos en el poder, igual ellos estaban representados, explicó Muñoz.

Otros elementos de esa campaña de miedo es que mintieron al relacionar al PAC con gobiernos y financiamientos extranjeros, añadió.

El filósofo y profesor Pablo Hernández recordó, en declaraciones a Teletica, que la derecha lanzó una fuerte campaña de miedo para desacreditar al Frente Amplio antes de la primera vuelta.

Aquello reanimó una serie de elementos discursivos, históricos, psicológicos e ideológicos, y confirmó que el escenario de la guerra fría no ha pasado, observó.

Fuente: Prensa Latina/ARGENPRESS.Info

 

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