Foto: cortesía Democracy Now!
La Harvard Corporation, el máximo órgano de Gobierno de la Universidad de Harvard, ha rechazado los llamamientos para despedir a la rectora Claudine Gay tras su participación en una polémica audiencia del Congreso de Estados Unidos sobre el antisemitismo y la implementación de más medidas para restringir el derecho a la libertad de expresión de quienes se manifiestan en defensa del pueblo palestino en los campus universitarios.
Dicha información fue brindada por el periódico The Harvard Crimson, que informa que la decisión se tomó después de que más de 700 profesores firmaron una carta abierta en la que pedían a la Harvard Corporation “defender la independencia de la universidad y oponer resistencia a las presiones políticas que van en contra del compromiso con la libertad académica que tiene Harvard, incluidas las peticiones de destituir a la rectora Claudine Gay”.
Claudine Gay también obtuvo el respaldo de la asociación de alumnos de Harvard y de más de 70 profesores negros de la universidad que calificaron los ataques que ella recibió de “engañosos y políticamente motivados”.
Gay, quien es hija de inmigrantes haitianos, se convirtió en octubre en la primera afroestadounidense y la segunda mujer en dirigir la Universidad de Harvard.
Soldados israelíes irrumpen en el hospital Kamal Adwan

Soldados israelíes, respaldados por tanques y artillería pesada, han irrumpido en el sitiado hospital Kamal Adwan del norte de la Franja de Gaza, donde 3.000 personas que se vieron obligadas a abandonar sus hogares se refugian de los incesantes ataques israelíes.
La cadena Al Jazeera informa que varios miembros del personal médico del hospital se encuentran entre las personas que murieron a causa de los disparos. Asimismo, dos madres perdieron la vida el lunes cuando las fuerzas armadas de Israel bombardearon la sala de maternidad del hospital.
Entre los pacientes que quedan en el hospital hay una docena de niños y niñas en una unidad de cuidados intensivos y seis recién nacidos en incubadoras.
Las autoridades sanitarias palestinas afirman que los soldados israelíes acorralaron a un grupo de hombres en el patio del hospital, donde los desnudaron, les vendaron los ojos y se los llevaron para interrogarlos.
Un funcionario de la organización Human Rights Watch dijo que ese trato “equivale a un crimen de guerra”.