Honor a quien honor merece

 

Henríquez Consalvi (izq.) recibe el galardón por parte del empresario Luis Reyes. Observa Alex Núñez. Foto: Ramón Jiménez.
Henríquez Consalvi (izq.) recibe el galardón por parte del empresario Luis Reyes. Observa Alex Núñez (centro). Foto: Ramón Jiménez.

Por Ramón Jiménez
Mientras millones de salvadoreños huyeron a otras latitudes antes, durante y después del conflicto armado de doce años, ciudadanos de otros países dejaron los suyos y arriesgaron sus propias vidas y llegaron para entregarse de lleno a defender los derechos humanos de los más pobres en El Salvador.
Fue así como en los años 80 llegó desde Bélgica el sacerdote Rogelio Ponseele y los periodistas venezolanos Carlos Henríquez Consalvi y Hernán Vera, para integrase en diferentes trincheras.
Ponseele trabajando con las comunidades eclesiales de base enarbolando la Teología de la Liberación, primeramente en la empobrecida colonia Zacamil de la capital salvadoreña para luego trasladarse a las zonas rurales al norte del departamento de Morazán, donde conoció al sacerdote salvadoreño Miguel Ángel Ventura, que también hacía su labor pastoral con las comunidades marginadas de su país y quien después de finalizado el conflicto fue elegido gobernador político departamental de Morazán, profesor universitario y director de la Fundación Segundo Montes, entre otros cargos.
La vida en medio de la pobreza hizo que Ponseele cambiara radicalmente sus puntos de vista.
“Hasta entonces aprendí lo que es ser cristiano de verdad”, remarcó Poseele, quien además reconoció que la guerra no fue en vano, ya que se lograron mejorar los derechos humanos y otros valores que se habían perdido.
“Ahorita estamos luchando en un carril diferente [a los tiempos de la guerra civil] hasta alcanzar los objetivos trazados”, apuntó.
En la actualidad Ponseele todavía vive y predica en Perquín, Morazán, a pesar de que ya cumplió 75 años de edad, que es cuando los sacerdotes son llamados a retirarse.
Henríquez Consalvi, quien durante la guerra civil fue conocido con el seudónimo de “Santiago” fue el fundador de Radio Venceremos, que inició operaciones en enero de 1981 hasta que se firmaron los Acuerdo de Paz en enero de 1992. Ahí conoció a Hernán Vera mejor conocido como “Maravilla”.
En la actualidad Henríquez Consalvi dirige el Museo de la Palabra y la Imagen, iniciativa que desde la sociedad civil se dedica a investigar, rescatar, preservar y mostrar al público elementos de la cultura y la historia de El Salvador
Santiago y Maravilla junto con otros hombres y mujeres valientes como Sandra «Mariana» Pereira de San Miguel y Marina “Mariposa” Manzanares de Suchitoto, Cuscatlán eran las voces oficiales de la emblemática radio clandestina —que de acuerdo con los combates y a la persecución del ejército por decomisarla— era transportada de un sitio para otro. Cosa que nunca logró el ejército.
Más bien parte del equipo de Radio Venceremo fue usada como «trampa» en un atentado a control remoto dirigido a un helicóptero en el que murieron altos mandos castrenses incluyendo el famoso coronel Domingo Monterrosa, quien durante estuvo al mando del batallón de reacción inmediata Atlacatl –entrenado por Estados Unidos— cometió la masacre de El Mozote, donde fueron aniquilados con lujo de barbarie alrededor de mil niños, mujeres y ancianos.
Tanto Ponseele como Henríquez Consalvi y Ventura fueron reconocidos este domingo en una ceremonia que tuvo lugar en Washington, D.C., a cargo del Comité Cívico Empresarial Salvadoreño (COCIES) y otras entidades.
Vera, quien falleció el mes de agosto de 2014 también fue reconocido y su placa fue recibida por Henríquez Consalvi.
El sacerdote Rogelio Ponseele (centro) recibe el reconocimiento por el sacerdote Vidal Rivas. Observan miemrbos del Comité de Solidaridad Monseñor Romero. Foto: Ramón Jiménez.
El sacerdote Rogelio Ponseele (centro) recibe el reconocimiento por parte del sacerdote Vidal Antonio Rivas. Observan miembros del Comité de Solidaridad Monseñor Romero. Foto: Ramón Jiménez.

 
El sacerdote Miguel Ventura tras recibir el reconocimiento por parte de la Asociación de Abogados. Foto: Ramón Jiménez.
El sacerdote Miguel Ventura tras recibir el reconocimiento por parte de la Asociación de Abogados. Foto: Ramón Jiménez.

 
El embajador Francisco Altschul destacó los méritos de los homenajeados. Foto: Ramón Jiménez.
El embajador Francisco Altschul destacó los méritos de los homenajeados. Foto: Ramón Jiménez.

 
El guitarrista Carlos Rubén. Foto: Ramón Jiménez.
El guitarrista Carlos Rubén interpretó música latinoamericana. Foto: Ramón Jiménez.

 

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