La deuda nacional bruta alcanza los 38 billones de dólares

Foto: Actualidad Radio/Facebook

Washington, D.C., 22 de octubre de 2025.- La deuda nacional bruta de Estados Unidos alcanzó ayer los 38 billones de dólares, según el Departamento del Tesoro. Esto ocurre poco más de dos meses después de que la deuda bruta alcanzara los 37 billones de dólares a mediados de agosto. El rápido ritmo de acumulación de deuda se debe en gran medida al retraso en la solicitud de préstamos mientras el techo de la deuda estaba a punto de sobrepasarse y a que las medidas extraordinarias lo prolongaron de enero a julio.

Lo que sigue es una declaración de Maya MacGuineas, presidenta del Comité para un Presupuesto Federal Responsable:

Es difícil decidir cuál es la parte más terrible del anuncio de hoy del Tesoro: que superamos una deuda nacional bruta sin precedentes de 38 billones de dólares; que probablemente alcanzaremos el próximo hito en cuestión de meses; o que estamos recibiendo esta noticia en medio de un cierre del gobierno sin un final a la vista.

Si bien la deuda federal bruta nominal puede no ser el indicador más significativo de nuestra salud fiscal, el resto de nuestra situación fiscal es igual de sombría. La deuda pública —la medida preferida de los economistas— ya es tan grande como nuestra economía entera, superando cualquier punto fuera de una guerra mundial. El déficit del último año fiscal, que finalizó hace apenas unas semanas, fue de 1,8 billones de dólares y se encamina a los 2 billones anuales durante la próxima década. Y vamos camino de gastar 1 billón de dólares solo en el pago de intereses de la deuda nacional este año, superando nuestro gasto en defensa nacional. Algo tiene que ceder, y eventualmente lo hará, estemos preparados o no.

La realidad es que nos estamos volviendo angustiosamente insensibles a nuestra propia disfunción. No aprobamos presupuestos, incumplimos plazos, ignoramos las salvaguardias fiscales y negociamos fracciones de un presupuesto sin afectar los factores más importantes. El Seguro Social y Medicare, por ejemplo, están a solo siete años de agotar sus fondos fiduciarios, y nuestros líderes políticos no dicen nada sobre cómo evitar semejante desastre.

Los responsables políticos tienen una opción: pueden seguir eludiendo las responsabilidades más básicas de la presupuestación o pueden afrontar finalmente el empeoramiento de la situación fiscal antes de que sea demasiado tarde.

 

 

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