Menos verduras y más impuestos

La gente consume más bebidas azucaradas que vegetales.
La gente consume más bebidas azucaradas que vegetales.

Por Teresa Gurza
Dos preocupantes y contrastantes noticias que indican que por el mismo motivo los mexicanos engordan y el gobierno gana, coincidieron en el tiempo esta semana.
Por un lado, la UNAM informó que la población está obesa porque consume 30 por ciento menos de verduras, 40 por ciento más de bebidas azucaradas y 10 por ciento más de carbohidratos, que hace 20 años.
Por el otro, y mientras en sus escuelas y hospitales sigue la venta de refrescos y comida chatarra, el gobierno se relame los bigotes porque espera recaudar más de 18 mil 271 millones de pesos con el impuesto de un peso, con el que grava cada litro de bebidas endulzadas.
Con base en datos del INEGI el boletín de vinculación con los egresados de la UNAM precisa, que el 76 por ciento de las muertes que ocurren en nuestro país tiene directa relación con padecimientos ligados al sobrepeso; como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, hepáticas y cáncer; y que la epidemia de obesidad afecta ya al 71 por ciento de la población adulta.
Lo anterior se dijo en el Coloquio Obesidad: Nutrición, Genes y Microbiota Intestinal, organizado por la Facultad de Química de la UNAM, para hablar sobre causas, efectos y posibles curas.
Al inaugurarlo el director de la facultad mencionada, Jorge Vázquez Ramos, afirmó que la diabetes, el síndrome metabólico y el sobrepeso “están unidos por redes internas hereditarias, moleculares y ambientales”.
Y el profesor Samuel Canizales Quintero aseguró, que la genética y la microbiota intestinal son factores claves en la obesidad; y que no será fácil revertir esta situación, que en las mujeres se inició en los años 30 cuando se empezó a advertir una tendencia al aumento de talla; y en la población en general, hace unos 60 años.
Agregó que se sabe con certeza que la herencia es un detonante en el incremento de grasa, pero no se han podido explicar sus causas; y que la microbiota, como se llama al conjunto de microorganismos localizados de manera normal en el cuerpo humano, tiene funciones muy importantes que van desde el metabolismo de los ácidos biliares, hasta la obtención de vitaminas.
Explicó Canizales, que cada ser humano debe más o menos un kilo de su peso, a las bacterias intestinales y que el tipo de éstas, tiene impacto directo en la salud; y que aunque aún se ignora, si la microbiota es causa o consecuencia de las alteraciones metabólicas, estudios realizados en 2006 con ratones revelaron que al aplicarles flora de un ratón gordo, subieron de peso y talla.
Y Teresa Shamah Levy, jefa del Departamento de Vigilancia de Nutrición del Centro de Investigación del Instituto Nacional de Salud Pública, reiteró que el problema del sobrepeso es un desequilibrio entre el consumo y el gasto de calorías, entre otras razones por falta de ejercicio; y que el 30 por ciento de los niños mexicanos que están gordos, podrán tener de adultos graves problemas de salud.
“Hoy día, especificó, el mayor ejercicio que hacen los niños es sentarse frente a una pantalla, ya sea la televisión, la computadora o hasta un dispositivo móvil”.
Y mientras todo esto se decía en la UNAM, un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados informó que en México, se consume casi 86 por ciento más refrescos que en Estados Unidos.
De acuerdo con una nota de Enrique Méndez en La Jornada, este año nuestro país seguirá siendo el principal consumidor de refrescos en todo el mundo; lo que ha provocado un incremento en los casos de diabetes y obesidad temprana en niños y jóvenes, porque los refrescos se elaboran con sacarosa, glucosa y fructosa, sustancias que afectan el páncreas y fácilmente llegan a la sangre, se integran a los tejidos y se convierten en grasa excesiva.
El estudio de los diputados indica que los 18 mil millones de pesos en impuestos que por su venta obtendrá el gobierno, representan el 11 punto cuatro por ciento del total de la recaudación calculada en 159 mil 970 millones; y casi el uno por ciento del total de los ingresos tributarios, previstos en un billón 978 mil 980 millones.
Y advierte, que el impuesto ha fallado en su propósito de frenar el consumo de estas bebidas; y que el tratamiento de los males ocasionados por beber refrescos, absorbe la mitad del presupuesto de salud.

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