Obama atraviesa una zona de turbulencia política

Por Jorge V. Jaime
Una eclosión simultánea de grandes controversias afectó en el mes de mayo al gobierno de Barack Obama, mientras opositores políticos de la Casa Blanca se frotan las manos y calculan las siguientes cosechas electorales.
Aunque faltan muchos meses para los comicios de medio término, el Partido Republicano ya organizó el contraataque y convocó una secuencia interminable de audiencias parlamentarias para investigar las irregularidades emergidas en la administración demócrata.
Las voces más conservadoras dentro del Viejo Gran Partido -Karl Rove, Richard Cheney, Mike Huckabee y Sarah Palin- comenzaron a pronunciar discursos enervantes incluso sobre lo que llaman necesidad ética de un impeachment (juicio desde el Congreso) para destituir a Obama.
Un hecho es que el terreno está caliente en la Oficina Oval tras la difusión de comunicaciones relacionadas con la respuesta de Washington después del ataque contra el consulado norteamericano en Bengasi, donde murieron cuatro diplomáticos.
El siguiente asunto en la secuencia de escándalos es el excesivo escrutinio confesado por el Servicio de Rentas Internas (IRS, por siglas en inglés) en detrimento de grupos políticos de alineación republicana o fuertemente críticos del jefe de Estado afroamericano.
Se trata de una entidad adscrita directamente al Departamento del Tesoro y, por ende, bajo supervisión federal.
Otro tema muy polémico tiene que ver con trascendidos acerca de que el Departamento de Justicia espió a una veintena de periodistas de la agencia noticiosa AP, y eventualmente de la cadena televisiva Fox News.
El fiscal general Eric Holder, personalmente, habría firmado una orden de chequeo electrónico contra el reportero de Fox James Rosen, y el aviso institucional se refería al profesional como un posible conspirador y violador de un Acta de Espionaje, certificada por el Capitolio en 1917.
En el caso del IRS, la Cámara de Representantes llamó a la directiva de la agencia, Lois Lerner, para comparecer ante el Comité de Supervisión, donde debía rendir los primeros testimonios sobre un expediente que sumó problemas adicionales al segundo mandato de Obama.
Empero, Lerner se acogió a la Quinta Enmienda de la Constitución y esa decisión revolvió aún más el descontento en la acera republicana y la suspicacia de los teóricos de las conspiraciones políticas.
La Quinta Enmienda está relacionada con el debido proceso y dicta que ninguna persona estará obligada a responder frente a un tribunal de un delito castigado con la pena capital o se le forzará a declarar contra sí misma en un juicio criminal.
Obama intentó marcar distancia en esta controversia y argumentó que se había enterado por la prensa del suceso relacionado con el IRS.
Escuché por primera vez sobre este caso por los mismos reportes noticiosos que la mayoría de los ciudadanos, dijo el presidente en conferencia ante reporteros junto con el primer ministro británico David Cameron.
Un vocero del Tea Party anunció que el foro está considerando presentar una demanda legal contra el Servicio de Rentas debido a la gestión intrusiva del gobierno implementada en su contra desde 2011.
El diario Washington Post subrayó que la injerencia abarcó también a federaciones judías, foros cívicos-patrióticos e incluso activistas que ensañaban la Constitución de Estados Unidos.
Por su lado, el congresista Andy Harris pidió desvincular al Servicio de Rentas Internas de la implementación de una reforma nacional de salud en 2014.
En una respuesta republicana al discurso semanal del presidente Obama, el legislador por Maryland señaló que el IRS no está capacitado para esa función debido al reciente escándalo de injerencia y manipulación política.
Directivos de la agencia federal para la supervisión del pago de impuestos reconocieron haber aplicado una vigilancia redoblada, especial y extraordinaria cuando se trataba de organizaciones opositoras a la Casa Blanca, remarcó Harris.
Por lo que hemos aprendido en días recientes, creo que el IRS necesita menos poderes, y no responsabilidades adicionales, subrayó el diputado citado por la cadena de noticias ABC News.
Es extrañamente curioso -comentó el representante- que los mismos oficiales antes a cargo del polémico buró gubernamental, ahora estén al frente de plazas directrices para la puesta en marcha del costoso plan de salud del presidente.
Con igual ímpetu, el senador republicano Bob Corker exigió a la Casa Blanca explicaciones exhaustivas acerca de millonarios pagos secretos que envió Estados Unidos al gobierno de Afganistán.
En una entrevista con la estación Newsmax TV, el legislador de Tennessee dijo que había remitido una carta a Obama, pero que aún no recibe las respuestas esperadas por su oficina en el Congreso federal de Washington.
A fines de abril asesores del presidente Hamid Karzai confirmaron que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había entregado decenas de millones de dólares al gobernante en Kabul durante el transcurso de la última década.
Corker, miembro directivo en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, señaló que la asistencia de Washington a Afganistán debió haberse coordinado con más cuidado, de manera transparente y con mayor supervisión del Capitolio.
Tales pagos secretos evaden todo tipo de contabilidad e inducen muchas sospechas de corrupción, justo las mismas variables negativas que estamos tratando de evitar en el país centroasiático, subrayó el senador republicano.
El Departamento de Estado y la CIA se han negado a comentar las alegaciones sobre Afganistán. Voceros de la Oficina Oval argumentaron que son maniobras especiales de Washington para el tratamiento de zonas geográficas en conflicto.
En cuanto al caso Bengasi, el periodista estadounidense Bob Woodward aconsejó a sus colegas prestar más atención a esa indagación porque pudiera ser el Watergate del presidente Barack Obama, dijo.
Woodward y Carl Bernstein escribieron una serie de artículos desde el diario Washington Post que influyeron en la investigación después conocida como escándalo Watergate y la renuncia de Richard Nixon en 1974.
Cuando usted revisa un conjunto de emails difundidos por la Casa Blanca y observa la intención reiterada de ocultar informaciones, llega a conclusiones acerca de una mala acción del gobierno, señaló el renombrado reportero en el medio digital Weeklystandard.
Este caso me recuerda cuando 40 años atrás, Nixon intentó difundir un paquete de conversaciones y transcripciones luego que fueron editadas por sus asesores, apuntó Woodward.
Antes, el legislador demócrata y jefe del comité de supervisión en la Cámara de Representantes, Elijah Cummings, subrayó que el caso del ataque contra el consulado norteamericano en Libia debe ventilarse a puertas abiertas.
Si nuestro panel parlamentario está verdaderamente interesado en incrementar la seguridad de las misiones diplomáticas, el público de Estados Unidos debe tener acceso de primera mano a la pesquisa, acotó Cummings.
La legación de Washington en el norte de Libia fue atacada por un grupo armado el 11 de septiembre de 2012. El asalto cobró las vidas del embajador J. Christopher Stevens, el oficial de información Sean Smith, y los exmilitares Tyrone Woods y Glen Doherty.
Miles contra la prisión en Guantánamo
Otra reclamación que está sonado alto y claro en los oídos del Ejecutivo norteamericano es la exigencia de cierre de la prisión militar de Guantánamo, una instalación doblemente espuria porque fue levantada en un territorio arbitrariamente ocupado en el extremo oriente de la isla de Cuba.
Un discurso de Obama el 23 de mayo fue interrumpido tres veces por una pacifista que gritó consignas en contra de la cárcel para supuestos terroristas y otras impopulares estrategias de Washington: el uso bélico de los drones, el excesivo gasto en operaciones militares y la muerte de civiles extranjeros luego registrados como «daño colateral».
La mujer fue identificada como la activista Medea Benjamin, vocera del grupo Code Pink, cuyos miembros han protestado desde 2010 ante audiencias del Congreso federal y alocuciones gubernamentales en Estados Unidos.
Benjamin remarcó que «86 ya fueron certificados, ¡libérenlos a todos ellos hoy mismo!», en referencia a detenidos que permanecen en la reclusión castrense pese a haber clasificado para transferencia de instalación.
El colectivo de activistas informáticos conocido como Anonymous y el foro Code Pink lanzaron este mes una campaña internacional en solidaridad con presos en huelga de hambre en la penitenciaría de Guantánamo.
Los grupos de acción política en Estados Unidos y Reino Unido explicaron que la movilización fue para recordar al mundo los más de 100 días de protestas de los reclusos, encerrados sin mediación de juicios y del debido proceso penal.
Sin embargo, pese al amplio muestrario de problemas presentes en el gabinete Obama, aún no está muy claro si los republicanos podrán recoger el provecho político que proyectan.
En 1998 intentaron enjuiciar a William Clinton luego del episodio tragicómico con Mónica Lewinsky, tropezaron con una opinión pública erróneamente pesquisada, y fue el speaker Newt Gingrich quien tuvo que renunciar a su puesto en el Capitolio.
Los epígonos de Ronald Reagan y George W. Bush deberían anotar este aforismo atribuido a Antón Chejov: «Nadie puede convertirse en santo blandiendo los pecados de otra gente».
Fuente: Prensa Latina/ARGENPRESS.Info
 

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