¿Por qué llega el secretario de la ONU a El Salvador?

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU. (Foto: ONU)
Ban Ki-moon, secretario general de la ONU. (Foto: ONU)

 
¿Por qué a un Secretario de la ONU, después de 23 años de haber logrado que los dos bandos opuestos que mantenían una guerra civil de 11 años se abrazaran y terminaran un conflicto que dejó más de 100,000 muertos y cientos más de desaparecidos, le interesa venir al país? ¿Es esto fortuito?
El 26 de septiembre de 2014, el Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, el primer exguerrillero salvadoreño que llegaba al poder a través de una votación democrática al igual que otros pares en Latinoamérica, en su primer discurso ante el pleno de la ONU señalaba que nuestra historia ha estado llena de momentos dolorosos, tiempos de esperanza y valentía, que a pesar de las adversidades nos llevaron a ser los primeros de la región en poner fin a una dolorosa guerra civil, mediante el  diálogo y la reconciliación para iniciar la construcción de un país democrático.
23 años después y como la mayoría de los países en desarrollo, el mandatario reconocía que compartimos los mismos desafíos: reducir la pobreza, las desigualdades sociales y construir las condiciones para que las familias tengan vidas más saludables y seguras.
La cartas de presentación del segundo presidente de izquierda en el país ante los países miembros de la ONU era que en los últimos años El Salvador ha registrado un desarrollo humano significativo: una reducción de la extrema pobreza en el área rural al 13.6%; 14.8% del PIB destinado para el gasto social; aumento al 93.7% de la cobertura de educación primaria y reducción de cinco puntos porcentuales en el analfabetismo. Además, el gobierno ha alcanzado una importante reducción de la mortalidad materna y mejorado los servicios de saneamiento y agua potable para la población.
El 21 de octubre del mismo año, después de presentar sus logros en materia de derechos humanos y solicitar su candidatura, El Salvador era elegido por primera vez como miembro del Consejo de  Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el  período 2015-2017, tras la elección realizada en el marco del 69º Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos.
El jefe de la diplomacia salvadoreña, Hugo Martínez, en esa oportunidad, precisó que en la elección para dicha responsabilidad la nación salvadoreña obtuvo 151 votos, la mayor cantidad de apoyos por parte de los Estados miembros de la ONU, frente a otros delegados de países en la región con mayor tradición en la materia, como Costa Rica, pero que no contaban con la experiencia de El Salvador en el devenir histórico de la construcción de una sociedad después de finalizar un conflicto armado y que no tuviera ningún quebranto social en ese proceso.
“El haber sido electos para integrar este Consejo, representa un merecido reconocimiento que recibimos de la comunidad internacional por todo el esfuerzo que a partir de 2009 y hoy, con la administración del Presidente Sánchez Cerén, realizamos a favor de la protección, reconocimiento y promoción de los derechos humanos  fundamentales”, manifestó el ministro Martínez.
El reconocimiento de octubre de 2014 ha sido expansivo. El documentalista mexicano dos meses después continuaba reconociendo la importancia de la guerra salvadoreña a la que llama “una de las más importantes del mundo” y del acuerdo que finalmente logró el país en 1992.
Para Epigmenio Ibarra, “este acuerdo, que honra al pueblo salvadoreño y a América Latina, no ha sufrido ni una sola violación en 25 años. Eso, incluso, los propios salvadoreños no lo aquilatan suficientemente, pero digamos que hay dos hechos fundamentales en la historia de El Salvador: la independencia y los Acuerdos de Paz, porque son fundacionales y marcan, en muchos sentidos, la historia de América Latina”.
23 años después y ante un natural y evidente desgaste por parte de la sociedad salvadoreña de no recordar como se merecen estos acuerdos, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, se unirá al país para celebrar el próximo 16 de enero, que en el anuncio de la visita, el Canciller Martínez volvió a recordar que representa “nuevamente un respaldo a estos Acuerdos que, a nivel internacional, han sido reconocidos como un ejemplo exitoso de diálogo y solución pacífica de conflictos”.
El representante residente de la ONU en el país y representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Roberto Valent, en una entrevista radial, ha sido más contundente al respecto: “Ban Ki-moon viene para felicitar al país por haber sostenido los acuerdos de 1992 y para alentar los procesos de diálogo”.
Rememorando el discurso del presidente Sánchez Cerén ante la ONU en septiembre de 2014, él recordó que desde la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992, El Salvador ha transitado por un largo camino, lleno de retos que han permitido la reconstrucción de la sociedad salvadoreña con una vocación  plenamente democrática en cuyo centro se ubica a la persona humana como su principal razón de ser, y en ese sentido este 16 de enero, junto a Ban Ki-moon, los tres órganos del Estado, las instituciones surgidas de los Acuerdos de Paz y la sociedad civil -representada por un importante número de jóvenes, mujeres, estudiantes, población indígena, representantes y familiares de víctimas del conflicto armado y miembros del sector privado- así como los firmantes de los Acuerdos de Paz, tanto de la representación gubernamental de aquel momento como del FMLN, actores del diálogo y la negociación que puso fin al conflicto armado vivido en el país durante doce años se congregarán en las instalaciones del anfiteatro del Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) para reconocer como sociedad y seguir trabajando por nuestro más preciado logro.
 

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