
Por Ramón Jiménez
Niños nacidos en Estados Unidos de padres latinos quieren conservar las tradiciones culturales que les inculcan sus progenitores como las tradicionales Posadas, que tienen lugar el 24 de diciembre durante la celebración de la Noche Buena.
Eso fue lo que vivieron niños mexicanos, salvadoreños y de otras nacionalidades durante un evento que tuvo lugar este lunes en el centro comunitario en uno de los complejos habitacionales de Silver Spring, Maryland.
Vestidos como los Tres Reyes Magos, San José y la Virgen María entre ellos Natalie, Alejandro, Carlos, Erick, Javier y otros niños —seguidos por sus padres— realizaron una pequeña caminata por el vecindario para dirigirse al sitio donde la Sagrada Familia pidió posada para dar a luz al pequeño Jesús, quien finalmente nació en un establo, según textos bíblicos.

Todos entonaron alegres cánticos latinos propios de la Navidad y rezaron el Padre Nuestro y otras plegarias —con visible acento anglo— ya que muchos de ellos a pesar de ser hijos de latinos, su primer idioma es el inglés aunque también hablan «Spanglish».
Luego de la parte religiosa todos recibieron pequeños regalos, disfrutaron los deliciosos platillos preparados especialmente para la ocasión, incluyendo el delicioso pozole, preparado por manos mexicanas, que le dieron el sabor adecuado.
Muchos se repitieron más de un plato de la rica y calientita sopa rojiza preparada con carne de cerdo, granos de maíz y un poco picante, adornada con picadillo de lechuga, rodajas de rábano y cebolla blanca.
Después de disfrutar de los suculentos platos, niños y grandes se pusieron a bailar hasta la medianoche del 24 de diciembre, que es la celebración principal para los latinoamericanos, aunque los estadounidenses lo celebran más que todo el 25.