Trump usa el clima invernal para arrojar dudas sobre los estudios del calentamiento global

Mientras las temperaturas heladas récord siguen enfriando partes del noreste y del medio oeste de Estados Unidos, el presidente Donald Trump recurrió a Twitter para intentar usar el clima frío de esta semana como una oportunidad para arrojar dudas sobre las cuantiosas décadas de evidencia científica sobre el calentamiento global.

Trump tuiteó: “En el este podría ser la víspera de Año Nuevo MÁS FRÍA registrada. Quizá nos vendría bien un poco de ese entrañable calentamiento global por el que nuestro país, pero no otros países, iba a pagar BILLONES DE DÓLARES en prevenirlo. ¡A abrigarse!”.

Los científicos ridiculizaron y refutaron rotundamente el tuit de Trump. Un científico experto en clima lo calificó de “una confusión ignorante”. Todd Stern, la autoridad sobre cambio climático del expresidente Barack Obama, respondió: “Por supuesto, a veces hace mucho frío. Cinco minutos de educación le dirían que lo que importa son los promedios mundiales, los cuales aumentan implacablemente”.

El congresista de California Ted Lieu criticó duramente a Trump en otro tuit, que decía: “O bien @realDonaldTrump no entiende la ciencia detrás del cambio climático, o está engañando intencionalmente al pueblo estadounidense”. Las frías temperaturas han batido récords en algunas partes de Estados Unidos, como en International Falls, Minnesota, donde la temperatura alcanzó un récord de -38º Celsius a principios de esta semana.

Gobierno de Trump planea revertir regulaciones de seguridad para la perforación petrolera en el mar

Se espera que el gobierno de Trump revierta las normas de seguridad para la perforación en el mar que se implementaron tras el desastre Deepwater Horizon en el golfo de México en 2010, que causó la muerte de 11 personas y el derrame de petróleo más devastador en la historia estadounidense.

El Departamento del Interior, encabezado por el secretario Ryan Zinke, está considerando una propuesta que eliminaría las regulaciones de la era Obama para los “preventores de estallidos”, que pretenden evitar las explosiones en los pozos submarinos de petróleo y gas.

El Departamento afirma que la desregulación le podría ahorrar a la industria petrolera más de 200 millones de dólares en una década. Los grupos ecologistas se oponen enfáticamente a la revocación de las normas. El Centro para la Diversidad Biológica afirma que “revertir las reglas de seguridad en el mar no es solo desregulación, es ignorancia deliberada”.

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