El cáncer de próstata es la segunda causa de muerte por cáncer más común entre los varones en los Estados Unidos.
La próstata es una glándula del sistema reproductivo masculino. Produce la mayor parte del semen que contiene el esperma. La glándula, del tamaño de una nuez, está localizada debajo de la vejiga y rodea la parte superior de la uretra, el conducto que transporta la orina desde la vejiga.
Con frecuencia, el cáncer de próstata es una enfermedad que evoluciona muy lentamente, a menudo sin presentar ningún síntoma sino hasta que llega a su etapa avanzada. La mayoría de los hombres que padecen cáncer de próstata mueren por otras causas, y muchos nunca se enteran de que tienen la enfermedad. Pero una vez que empieza a crecer con rapidez o a extenderse más allá de la próstata, este cáncer se vuelve peligroso. Aunque es raro contraerla antes de los 50 años, los expertos creen que la mayoría de los hombres mayores tienen vestigios de esta enfermedad.
Una década de medicamentos disponibles en el mercado
Este año se cumple el décimo aniversario de la aprobación de docetaxel, el primer tratamiento de quimioterapia para el cáncer de próstata metastásico que mostró tener un beneficio para mejorar la supervivencia. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el docetaxel en 2004, después de años de investigación infructuosa en busca de un tratamiento que prolongara la vida de los pacientes con cáncer de próstata en etapa metastásica; metastásico es un término que se usa para describir un cáncer que se extiende desde su lugar de origen hacia otras partes del cuerpo.
“Cuando el cáncer de próstata se metastatiza hacia otra parte del cuerpo, en la mayoría de los casos es incurable, y el objetivo del tratamiento es mitigar los síntomas o mejorar la capacidad del paciente para desenvolverse, o extender su vida”, explica el Dr. Paul Kluetz, MD, subdirector interino de la Oficina de Productos Hematológicos y Oncológicos, del Centro de Evaluación e Investigación de Medicamentos de la FDA.
Después del docetaxel, cinco terapias más han sido aprobadas, y todas ellas han demostrado mejorar la supervivencia. Kluetz señala que no hay precedentes para que tantos medicamentos demuestren ofrecer una ventaja de supervivencia en el marco de un tumor metastásico macizo individual.
Aunque la extensión promedio de la vida que ofrece cada uno de estos medicamentos aprobados para el cáncer de próstata metastatizado es del orden de los 2 a 6 meses, la esperanza es que cuando estos fármacos se usen uno después del otro, el beneficio para la supervivencia sea —en cierta medida— acumulativo, en especial considerando que muchos de ellos surten efecto a través de mecanismos de acción diferentes. El orden y la combinación óptimos aún se desconocen, y será materia de investigación en los años venideros.
En el futuro
Un campo de investigación sobre el cáncer de próstata que está atrayendo la atención atañe a los pacientes cuyo cáncer aún no se ha metastatizado. Un aspecto clave de esta investigación será la selección de pacientes que corran un riesgo lo suficientemente alto de morir o de presentar síntomas a causa de su cáncer de próstata como para necesitar el tratamiento. Gracias al uso generalizado de la prueba del antígeno prostático específico (APE o PSA, como también se le conoce por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos, el cáncer de próstata es detectado con mucha oportunidad y, en algunos casos, puede evolucionar con mucha lentitud.
“En las primeras etapas de una recaída por el cáncer de próstata, ya sea al momento del diagnóstico inicial o luego de un tratamiento inicial en el que los niveles de APE van en aumento, pero aún no hay indicios de que el cáncer se haya extendido a los huesos o a otros órganos, hay un gran interés por definir mejor quién necesita tratamiento, porque muchos de estos pacientes terminarán falleciendo de otras causas naturales antes de que su cáncer de próstata se convierta en un problema”, señala el Dr. Kluetz.
Las pruebas para identificar a los pacientes que presentan un alto riesgo de muerte o morbilildad en relación con el cáncer de próstata son objeto de intensas investigaciones. Estas pruebas tienen el potencial de salvar a muchos varones estadounidenses de los considerables efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer de próstata, los cuales acarrean síntomas relacionados con la extirpación o la radiación a los que se somete a la próstata, o con una reducción drástica en el nivel de andrógenos, ya sea debido a una cirugía o a la terapia farmacológica que los priva de estas hormonas. Estos efectos secundarios significativos ponen de relieve la necesidad de reducir la carga que representa para los pacientes el tratamiento excesivo cuando el cáncer de próstata es de lenta evolución.
No caiga víctima de productos cuya eficacia no está comprobada
No caiga víctima de productos cuya eficacia no está comprobada
Como para la mayoría de los tipos de cáncer, hay empresas que venden los mentados “remedios naturales”.
Los hombres con problemas de la próstata que confían en estos “remedios”, y no en los tratamientos aprobados, tal vez estén postergando o privándose de recibir el diagnóstico y el tratamiento adecuados, advierte Gary Coody, coordinador de Combate Nacional a los Fraudes de Salud, de la Oficina de Asuntos Regulativos de la FDA.
En internet y en establecimientos comerciales, hay a la venta una amplia variedad de suplementos para la próstata que incluyen afirmaciones no sancionadas, tales como:
- “reduce de tamaño la próstata agrandada”
- “trata la hiperplasia prostática benigna”
- “reduce los niveles de APE o disminuye el ritmo al que aumentan”
- “reduce el tamaño del cáncer de próstata o disminuye el ritmo al que crece”
La FDA ha extendido cartas de advertencia para las firmas que comercializan suplementos con tales afirmaciones (Pom, Vitality Products, Nature’s Health Supply, Natural Medicine Associates, Fleminger Inc.). No se ha comprobado que los productos sean seguros ni eficaces para estos propósitos, y pueden incluir los siguientes ingredientes: palma enana americana, beta-sitosterol, ciruelo africano, arándano, ortiga, entre otros.
Este artículo está disponible en la página de Artículos para el Consumidor de la FDA, en la cual se publican las últimas novedades sobre todos los productos regulados por la FDA.