Esa es la realidad que enfrentan migrantes guatemaltecos, hondureños y salvadoreños.
La organización Médicos sin Fronteras dice que más de dos tercios de los migrantes que huyen de Guatemala, Honduras y El Salvador dejaron sus países de origen después de que uno de sus familiares fuera asesinado, desaparecido o secuestrado.
El nuevo estudio muestra que más del 40% de los entrevistados dijeron que huyeron después de que un miembro de su familia fuera asesinado violentamente.