Una delegación de congresistas demócratas estadounidenses concluyó este lunes una visita a Cuba.
Los seis legisladores habían estado antes en la isla, algunos de ellos hace pocos días, pero este fue el primer viaje de una comisión de alto nivel tras el anuncio del descongelamiento de las relaciones entre los dos países, en diciembre.
El senador Patrick Leahy, por ejemplo, había estado en La Habana recieentemente para recibir al excontratista de USAID Alan Gross cuando salió de prisión.
En esta ocasión los estadounidenses se mostraron muy optimistas sobre el futuro de las relaciones bilaterales.
«Es un momento emocionante para estar en Cuba», dijo el congresista Chris van Hollen, en una opinión que pareció ser compartida por el resto de la delegación, según anotó Will Grant, corresponsal de la BBC en La Habana.
La comisión sostuvo conversaciones con funcionarios del gobierno cubano, incluyendo a los ministros de Relaciones Exteriores y de Agricultura, en las que se discutió abiertamente la idea de poner fin al embargo, aunque este no puede ser levantado sin autorización del congreso estadounidense.
La senadora Debbie Stabenow destacó que su taxista en Cuba tenía un Chevrolet de 1950 y bromeó sobre él.
Los senadores hablaron también de su deseo de ver productos agrícolas de EE.UU. en la isla, así como artículos como leche en polvo, que actualmente la proveen otros países como Brasil y Nueva Zelanda.
Los parlamentarios se reunieron con miembros de algunos grupos disidentes y con el jefe de la Iglesia Católica en Cuba, el cardenal Jaime Ortega.
Según explicó el senador Leahy la intención era hacer un balance de lo que se ha logrado hasta ahora y «preguntar cómo se verán las cosas las cosas en enero del próximo año.»
Aunque esta visita fue significativa, en muchos sentidos, el verdadero trabajo comienza el miércoles, cuando la delegación oficial del Departamento de Estado aterrice en La Habana para sostener las históricas conversaciones con el Gobierno cubano, agregó Will Grant.
Fuente: BBC Mundo
miércoles, mayo 1
