Exguerrilleros del FMLN tras deponer sus armas de guerra celebran frente a la Catedral de San Salvador (en esa época en construcción) la firma de los Acuerdos de Paz el 16 de enero de 1992; que a pesar de su gran trascendencia en la vida de todos los salvadoreños, el actual presidente Nayib Bukele los calificó como una farsa, en recientes declaraciones. Foto: EDH
Fueron testigos de la firma el presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari; el jefe del Gobierno español, Felipe González. También firmaron como testigos los presidentes de El Salvador, Nicaragua, Colombia, Venezuela, Costa Rica, Guatemala y Honduras. De igual manera asistieron el secretario de Estado de Estados Unidos, James Baker y el canciller cubano Isidoro Malmierca, quien fue invitado expresamente por la guerrilla. El papel que desempeñó el secretario general de las Naciones Unidas (ONU), el peruano Javier Pérez de Cuéllar, fue fundamental en la firma de los Acuerdos de Paz.
Nosotros, parte esencial de la nación salvadoreña en el exterior; nosotros, que trabajamos procurando lo mejor para nuestra Patria; nosotros, que hemos asumido el compromiso de contribuir a sacar adelante al país y a nuestras familias; nosotros, que jamás hemos defraudado a la Patria y que, por ello mismo, no avalaremos jamás ningún retroceso al pasado.
En este Año del Bicentenario de nuestra Independencia, ante la nación entera dirigimos la Declaración por el Derecho del Pueblo a la Paz y la Democracia: Este 16 de enero celebramos, junto a la Comunidad Internacional, 29 años de la firma de los Acuerdos de Paz; acuerdos históricos que pusieron punto final a la guerra civil y a la dictadura militar; acuerdos que se constituyeron en un verdadero Programa de País para el proceso de construcción progresiva de una nación democrática, justa, segura, próspera y libre de autoritarismo.
Es un sentimiento de amor al país y un profundo dolor de Patria el que ahora nos mueve, a expresar nuestra preocupación luego de constatar como el actual mandatario, señor Nayib Bukele Ortez, quebranta reiteradamente la Constitución de la República, utilizó las Fuerzas Armadas y la PNC para asaltar el Congreso salvadoreño y amenazar al Poder Legislativo, al tiempo que arremete contra la Sala de lo Constitucional y recientemente contra la Fiscalía y la Corte de Cuentas, lo mismo que contra toda ciudadanía que no se somete a sus dictados.
Tales ataques también son dirigidos contra instituciones y personalidades de la Comunidad Internacional, igualmente que del Congreso y Senado de Estados Unidos, por el hecho de señalar sus posiciones antidemocráticas.
Este día, aún guardando nuestras diferencias, coincidimos a expresar nuestro rechazo a la utilización de mecanismos del poder ejecutivo a fin de imponer una peligrosa matriz de odio contra la oposición social y política, lo mismo que para sacar ilegítimas ventajas en favor de su partido y de los grupos de interés económico que actúan dentro y detrás del Gobierno; en un afán de retroceder al país a un control absolutista y anti-democrático del poder.
Instamos a la nación entera, dentro y fuera del país, de todos los credos y opiniones políticas, a rechazar el rompimiento del Estado de Derecho y a impedir mayores retrocesos a los más oscurantistas momentos de un pasado que venía siendo superado.
Por todo lo anterior, la ciudadanía firmante exhortamos al pueblo salvadoreño en toda su diversidad, a exigir y contribuir a fortalecer la paz y la democracia con justicia social, de igual manera que a exigir el derecho a la información y transparencia en la administración de los bienes públicos.
Estamos convencidos que El Salvador merece un verdadero cambio, y es contigo. Somos una Patria en construcción y en ella contamos todas y todos, sin exclusión.
Sinceramente,
Comunidad Salvadoreña en el Exterior
14 de enero de 2021
