Lobo tiene en sus manos retorno a la democracia en Honduras

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, dijo que el virtual presidente electo de Honduras, Porfirio Lobo, “puede convocar a todas las fuerzas democráticas a un gran Acuerdo Nacional”.


Lobo, ganador de los comicios del domingo pasado, puede poner fin a la persecución en contra del depuesto presidente José Manuel Zelaya, separarse “clara y públicamente” de los hechos recientes y restablecer plenamente la vigencia de los derechos humanos y las libertades públicas, enfatizó.


El secretario general formuló sus declaraciones durante una sesión extraordinaria el viernes en la que diferentes países mostraron puntos de vista opuestos sobre el reconocimiento de las elecciones del domingo pasado realizadas sin la restitución de Zelaya.


Recordó que aún se encuentran plenamente vigentes en el seno de la OEA los acuerdos relativos a la condena a la remoción ilegítima de Zelaya, calificada inequívocamente como un golpe de Estado y la exigencia de restablecimiento del orden constitucional con el retorno del Presidente Zelaya a sus funciones.


Insulza enfatizó la unanimidad en la OEA para “el total desconocimiento del régimen de facto y de sus acciones; la suspensión del Estado de Honduras de su participación en la OEA, en aplicación estricta de la Carta Democrática Interamericana, y la realización de gestiones diplomáticas para llevar a cabo nuestros propósitos”.


“Todos queremos un pronto retorno de Honduras, miembro fundador de la OEA, al seno de la Organización. Pero ello sólo será posible cuando este país alcance una verdadera restauración de su régimen democrático y los efectos del golpe del 28 de junio sean superados”.


Advirtió, por otro lado, que “una elección no borra, por sí sola, la deposición forzada del Presidente constitucional, su expulsión del país y su permanencia, aún hoy, en precarias condiciones en la Embajada cercada de un país hermano”, que es Brasil.

En el periodo intermedio hasta la toma de posesión del nuevo presidente, Insulza propuso la creación inmediata de un Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional “que permita iniciar la reconciliación y evite que el nuevo Presidente reciba el mando de manos de los autores del golpe de Estado”.


Pidió, asimismo, la normalización de la situación de la Embajada de Brasil y la plena libertad del Presidente Zelaya para vivir en su país, “con respeto a sus derechos y sin más persecución”.


El secretario general dijo que ningún Estado del hemisferio ni del mundo ha reconocido al gobierno de Roberto Micheletti, lo cual consideró como “un enorme éxito de nuestra Carta Democrática y constituye un precedente que debemos valorar y proteger”.

“Se ha hablado mucho de los daños provocados a la Carta por el golpe en Honduras. Pero se ha hablado menos del precedente establecido, que debemos afianzar hacia el futuro: que en las Américas nadie volverá a reconocer a un régimen surgido de un golpe de Estado”, puntualizó.


Durante la reunión, la nueva embajadora de Estados Unidos ante la OEA, Carmen Lomellin, dijo que es hora de “mirar hacia delante, no hacia atrás” ante el nuevo panorama, al indicar que es necesario que se continúe el proceso de un retorno a la democracia en Honduras con base al Acuerdo de Tegucigalpa-San José, suscrito entre Zelaya y el presidente de facto Roberto Micheletti.


Uno de los puntos del Acuerdo fue la decisión del Congreso para restituir a Zelaya, pero los legisladores hondureños rechazaron hacerlo, lo cual generó críticas entre las delegaciones de la OEA.


Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Perú y Panamá han mostrado su inclinación a apoyar el proceso electoral en el país centroamericano, pero Brasil, Argentina, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador y países caribeños rechazan hacerlo porque indicaron que se hizo dentro del marco de un rompimiento del orden democrático y constitucional.


El embajador de Argentina Rodolfo Gil sostuvo que Lobo pertenece al mayoritario Partido Nacional, que respaldó el golpe y además rechazó restituir a Zelaya, mientras que el embajador de Venezuela, Roy Chaderton, recordó que existió un gran abstencionismo y que la OEA, la ONU, la Unión Europea y el Centro Carter se abstuvieron de enviar observadores.

MLUSAMLUSA

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