Poema

Por Guillermo Henao

 

 

Por fin,

cuando todos se habían retirado

-largas y vanas conversaciones con dudosos resultados-,

logré llegar a ti.

Abajo el mismo cielo el mismo

firmamento en penumbra

e insatisfecho andaba de mi labor cumplida.

Vine luego a tu lado,

tus sueños risueños

morían en mi cerca,

mas en lo mío ya sólo estabas tu.

 

Como ves, éste día fue un sol total

en que te busco donde tal vez no estás.

O sentado en mi zaguán a cualquier hora

todo esto me es indiferente porque nada me roba mi fragor.

En cambio, basta no abrir los párpados

para encerrarte en mis bártulos y en nuestro fuego exterior.

 

¿Sabes? Una duda más y nada más.

O es que esto que siento tú no es nada tuyo

-sos pecho a mi modo-,

pero contigo mi sombrío se sol-aza

y su carrera se a-celera.

Por eso insisto en que hoy, a mi manera,

sin que se per turbe tu interior

y aunque no vuelvas a tantas reuniones que a tan poco conducen,

 

como siempre desde antes

sigamos en busca de lo nuestro.

 

Guillermo Henao escribe desde Medellín, Colombia.

 

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