Bessy. L. Blanco. Foto: Facebook.
Por Ramón Jiménez
La abogada Bessy L. Blanco, quien por muchos años residió en la región metropolitana de Washington, falleció la noche de este miércoles, después de luchar por muchos años contra el cáncer del seno y luego contra metástasis en los huesos.
Sus amigos, colegas y familiares cercanos la recordarán como la persona que fue —así lo quiso ella—, una mujer solidaria y dispuesta a ayudar a sus semejantes dentro de sus posibilidades, en particular lidiar con víctimas de violencia doméstica, aunque también lo hizo con inmigrantes que buscan ayuda en el Centro de Recursos para Centroamericanos (CARECEN).
“Querida Bessy, me enseñaste que la vida se aprecia tal cual es. Estuvimos divertidos con tus ocurrencias y tus risas; esa muestra de amor, comprensión y amistad; nunca olvidaré esos momentos. Vives en mi para siempre”, se lamentó Lita Trejo, una educadora residente en Washington, D.C.
Su primo hermano, el empresario Carlos Velásquez Blanco, residente de Virginia, la recuerda como una mujer culta, que le gustaba la literatura y la poesía, así como proteger a las personas que tienen menos oportunidades.
“Es una pérdida para la familia y para la comunidad”, apuntó Velásquez.
Uno de sus colegas, como el abogado Daniel Joya, tratará de recordar a Bessy Blanco como ella pidió que la recordaran: una mujer jovial, activa y quien ayudaba a los demás.
“Y es así como recordaremos a Bessy, no como una mujer derrotada por la enfermedad”, destacó Joya, residente de Maryland.
Bessy Blanco estudió en un principio en la Universidad Nacional de El Salvador (UES), pero debido a que esa casa de estudios superiores fue cerrada por varios años durante la guerra civil en su país, continuó estudios de Ciencias Jurídicas en la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer (USAM), que fue donde obtuvo su licenciatura. Era miembro de la Asociación de Abogados Salvadoreños de Washington.
Aunque residía en el condado de Arlington, Virginia, Blanco era originaria de la población de Intipucá, en el oriental departamento de La Unión.
Le sobreviven una hija, su hermana Rosalina —también abogada— así como su hermano, el abogado Sydney Blanco, quien se desempeño como magistrado de la Sala de la Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador.
A petición de la fallecida tanto su funeral como entierro se llevarán a cabo en ceremonias privadas.