UCA de El Salvador busca estrechar relaciones con la diáspora de su país en EE.UU.

El rector y sacerdote jesuita de la UCA, Mario Conejo. Foto: RAJ.

Redacción ML Noticias

Una delegación de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San Salvador, encabezada por el rector y sacerdote jesuita Mario Cornejo, llegaron a Washington, D.C. en visita de trabajo con dirigentes de otras universidades de Estados Unidos.

En su visita a la capital estadounidense, Cornejo junto con la vicerrectora académica María Dolores Rovira, y Amparo Marroquín Parducci, vicerrectora de Proyección Social, aprovecharon para celebrar un conversatorio con compatriotas de su país en la región metropolitana, cuyo tema fue “La esperanza y la preocupación”.

Durante el conversatorio los visitantes, en especial Marroquín Parducci, no solamente dieron a conocer datos estadísticos recientes de la situación socio-política y económica que vive la población salvadoreña, si no que también mostraron su interés por tener contactos directos individuales o a través de grupos salvadoreños organizados, para conocer más a fondo datos a los que la UCA no tiene mucho acceso y para aclarar algunas realidades de su país que les parece la diáspora no tiene muy claras.

“Nos conviene fortalecer una red internacional, ya que eso nos protege para seguir realizando nuestro trabajo. Debemos tener un diálogo, queremos tener una red con los salvadoreños en el exterior”, remarcó Marroquín Parducci, durante el conversatorio celebrado en un restaurante en las cercanías de los barrios de Adams Morgan y Dupont Circle, al noroeste de Washington.

La vicerrectora Amparo Marroquín Parducci y el rector Cornejo. Foto: RAJ.

Reconocieron los visitantes que la población salvadoreña en su país se mueve entre “la esperanza y la preocupación”. La situación económica es uno de los factores que más le preocupa a 8 de cada 10 personas entrevistadas, según encuesta de esa casa de estudios realizada en diciembre de 2024.

Por medio de esos sondeos pudieron darse cuenta que las familias salvadoreñas cada vez destinan menos fondos para cubrir las compras de la canasta básica, por lo que se están endeudando más para cubrir los gastos de cada mes.

Pero también les preocupa en gran medida la minería metálica que el gobierno del presidente Bukele está llevando a cabo a pesar de que 6 de cada 10 salvadoreños (67%) se oponen, porque es una amenaza para los mantos acuíferos en una extensa zona del país; lo que vendría a empeorar tanto la actual escasez de agua potable así como la contaminación de ríos por los químicos que usan, causante de graves enfermedades.

Paradójicamente el sondeo arrojó que para sentirse seguros los salvadoreños confían en las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional Civil (PNC) y el presidente de la república, a pesar de que son las tres fuentes que hacen que el actual régimen de excepción —que lleva más de tres años vigente al ser prorrogado cada mes—, es el causante de un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos de los salvadoreños, causante de muchas muertes y torturas en las cárceles, donde guardan prisión más de 70 mil hombres y mujeres, miles de ellos inocentes sin derecho a un abogado o a un juicio justo en los tribunales.

El rector Cornejo señaló que como UCA seguirán en el mismo camino de siempre, aportando de manera crítica y constructiva, aunque él asumió el cargo hace más de un año.

“Esperamos seguir aportando para encontrar soluciones, fieles a nuestros valores y a nuestros principios”, dijo el rector Cornejo.

Aunque la UCA siempre ha sido criticada por los gobiernos en turno y por sectores pudientes de la sociedad salvadoreña, en la actualidad la más afectada es la Universidad de El Salvador (UES), a la que no le asignan el presupuesto al que tiene derecho. “Y luego sigue la UCA”, apuntó el padre Cornejo.

Fue en la UCA donde el 16 de noviembre de 1989 —durante la Guerra Civil salvadoreña—, fueron asesinados 8 personas, incluyendo a cinco sacerdotes jesuitas: el rector Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Armando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo.

También murieron Joaquín López y López, la cocinera de la universidad Julia Elba Ramos, y su hija de 16 años, Celina Mariceth Ramos; todos ejecutados por un pelotón del batallón Atlacatl de la Fuerza Armada de El Salvador, bajo las órdenes del coronel Guillermo Benavides, en la administración del presidente Alfredo Cristiani.

En el conversatorio celebrado en Washington participaron varias personas graduadas de la UCA y de otras universidades, quienes realizaron no solo una serie de preguntas a los oradores sino que también presentaron algunas sugerencias, para echar andar un acercamiento productivo con la diáspora del Distrito de Columbia, Maryland y Virginia así como de otros estados de la Unión Americana con grandes concentraciones de salvadoreños.

 

 

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