Foto Google
Redacción ML Noticias
En un nuevo recuento de la tragedia por las inundaciones en Texas, hasta este domingo por la noche ya se contabilizaban al menos 80 personas, y siguen desaparecidas decenas de víctimas, entre ellas una decena de niñas y su guía que se encontraban en el campamento de verano Camp Mystic a orillas del río Guadalupe, condado de Kerr.

Según reporte de la cadena NBC, “las inundaciones mortales en Texas (que iniciaron la madrugada del viernes 4 de julio), obligaron a miles de personas a buscar refugio sin previo aviso, han provocado un nuevo escrutinio sobre los recortes de la administración Trump al Servicio Meteorológico Nacional”.
Sin embargo, este domingo, el presidente Trump rechazó la idea de investigar si los recortes del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) habían dejado vacantes clave, y la Casa Blanca calificó de «repugnantes» las afirmaciones de que los recortes del NWS tuvieran algo que ver con la tragedia, como señalaron algunos funcionarios texanos.
Esta primavera, la administración Trump despidió a empleados del NWS y también ofreció indemnizaciones y jubilaciones anticipadas. A principios de junio, el Servicio Meteorológico había perdido a unos 600 empleados. Muchos trabajadores veteranos se marcharon, junto con empleados en período de prueba y aquellos recientemente contratados o ascendidos.
Algunas oficinas del NWS han experimentado reducciones de personal de más del 40%, y la agencia se ha apresurado a cubrir puestos críticos en algunas oficinas de pronóstico.
Algunos meteorólogos particulares indicaron que no creían que la falta de personal en las oficinas fuera un factor principal en el trágico resultado, a pesar de que el NWS tiene lagunas de liderazgo después de una serie de recortes de personal.
El centro de la tragedia ocasionada por el desborde del río Guadalupe fue ubicado en Texas Hill Country, que es un área conocida como el “callejón de las inundaciones repentinas”.
Larry Leitha Jr., alguacil del condado de Kerr, uno de los más afectados por el desastre, anunció en rueda de prensa que en su jurisdicción se han localizado 68 fallecidos, de los cuales 40 son adultos y 28, niños.
Entre esos 68, hay 18 adultos sin identificar, al igual que 10 de los niños. A estas muertes hay que sumar otras 11 en otros condados: 3 en Burnet, 2 en Kendall, 1 en Williamson, 1 en Tom Green y 6 en Travis.
Aunque en un principio las autoridades locales no establecieron una cifra concreta de desaparecidos, ya que en la zona se encontraba acampando mucha gente de fuera de la región con motivo de las festividades del 4 de julio, el gobernador de Texas, Greg Abbott, estimó este domingo que hay 41 desaparecidos por las inundaciones.
Desde la madrugada del viernes, equipos de rescate y voluntarios están recorriendo las regiones afectadas en búsqueda de víctimas: a pie, ayudados con perros o caballos, en botes, coches todoterreno y helicópteros.
El jefe de la División de Manejo de Emergencia de Texas, Nim Kidd, anunció también este domingo que ya comenzaron con las labores de «recuperación», como limpiar los escombros y abrir de nuevo carreteras.