Verónica Saravia: "No vamos a esperar 30 años la reforma migratoria"

Foto: Lenin Nolly / NAVAS images

 
Grupos de derechos civiles, inmigrantes y laborales pidieron hoy, lunes, al Congreso a aprobar este año una reforma migratoria integral común con una camino a la ciudadanía. También anunciaron planes para una «Semana de Acción Nacional» en abril, incluyendo un gran mitin en el Capitolio el 10 de abril.
Los líderes de esas organizaciones participaron en una conferencia en la víspera de un discurso del presidente Barack Obama sobre inmigración y de esfuerzos bipartidistas en el Senado para abordar el asunto.
Los participantes incluyeron a Benjamin Todd Jealous, presidente de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP); Mary Kay Henry, Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU); Mee Moua, presidenta y directora del Centro de Justicia Asiático-Estadoundiense; la hermana Simone Campbell, directora ejecutiva de NETWORK; Chung-Wha Hong, directora de la Colición de Inmigración de Nueva York; Héctor J. Figueroa, presidente de la filial 32BJ del SEIU, y Verónica Saravía, líder juvenil de CASA de Maryland.
«No vamos a esperar 30 años la reforma migratoria», dijo Saravia.
Los defensores de los inmigrantes emitieron la siguiente declaración:
Un Llamado a la Acción por Justicia para Inmigrantes
Las organizaciones que representan los derechos civiles y de inmigrantes, además de clérigos y grupos laborales se unen este día para instar al Congreso a que apruebe una reforma migratoria con sentido común. El momento ha llegado.
Entre los grupos reunidos este día están los organizadores de un «llamado a la acción» – un llamamiento a la población de nuestro gran país a que actué el 10 de abril en Washington, DC y en sus comunidades por todo el país para entregar un mensaje valioso a sus representantes en el Congreso que esperamos que ellos arreglen nuestro sistema roto de inmigración en el 2013.
De ahora en adelante y hasta que el presidente Obama firme una reforma migratoria con sentido común, vamos a educar, marchar, demostrar, orar y tocar las puertas del Congreso para recordarles a los legisladores que nuestra nación merece un sistema de inmigración que sostenga nuestras comunidades, las familias, la economía y nuestros valores como una nación de inmigrantes.
También vamos a decirle al Congreso que la reforma migratoria debe incluir una ruta hacia la ciudadanía para que los inmigrantes que trabajan duro y aspiran en ser ciudadanos no estén relegados a un estatus de segunda clase, sino que tengan un mecanismo realista, con el tiempo, para ganar los derechos y cumplir los deberes que la ciudadanía confiere. Además de recibir los privilegios y las responsabilidades otorgados por la ciudadanía, los inmigrantes también serán contribuyentes de nuestra sociedad de tal manera que beneficiará a nuestra economía y la comunidad en su conjunto.
Una reforma migratoria es urgentemente necesaria porque hemos esperado demasiado tiempo por la justicia: la justicia económica, la justicia social, la justicia para los trabajadores y la justicia para los inmigrantes. Por mucho tiempo, nuestras comunidades han sufrido bajo un sistema de inmigración obsoleto y defectuoso que impide nuestro crecimiento económico, culpa los inmigrantes, y obliga a las familias a vivir separados.
La ausencia de una reforma federal también ha abierto la puerta a las leyes discriminatorias en los estados. Los oficiales de policía se oponen a estas leyes de perfiles raciales, ya que gravemente dificultan sus iniciativas comunitarias de vigilancia. Estas leyes también han causado a que los empleadores pierdan  trabajadores buenos y han dejado niños con miedo a que los administradores escolares les pregunten sobre el estado legal de sus padres o que sus familiares sean de repente deportados.
Estados Unidos es un país mejor que eso. Los votantes están de acuerdo que nuestros valores como una nación requieren que el Congreso crea un sistema de inmigración que sirva a nuestra economía y que garantice a los trabajadores e inmigrantes sus derechos civiles, derechos humanos y las libertades civiles. Le corresponde ahora al Congreso a seguir el ejemplo de los votantes y el presidente Obama y aprobar una reforma de inmigración de común sentido, este año, en el 2013.
La reforma migratoria debe arreglar nuestros problemas de inmigración una vez por todo de una manera que beneficie a todos los estadounidenses. Para hacerlo, es necesario crear un sistema que refuerce la fortaleza y la unidad de los trabajadores; reduzca la acumulación de casos de inmigración; priorice a las familias; garantice los mismos derechos, obligaciones y equidad básica para todos los trabajadores, independientemente de su procedencia; mantenga los negocios competitivo; y asegure cumplimiento de la ley interna y de la frontera de manera que se centre en la prevención del ingreso de los criminales, cárteles de la droga y otros actores malos en EE.UU. o la participación en actividades delictivas.
Vamos a levantar nuestras voces en Capitol Hill. Vamos a ganar esta campaña para lograr una reforma migratoria con sentido común en el año 2013 por el bien de nuestras comunidades, los trabajadores, nuestra economía y nuestros valores nacionales. El momento de actuar es ahora.

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